ZIDANE, ¿LISTO?
Mientras, en el fútbol base blanco hay muchos que dudan de su capacidad para ser el inquilino del banquillo del Bernabéu En el primer equipo le recibirían con los brazos abiertos ya que los jugadores lo consideran uno de los suyos, no como Benítez
El nombre de Zidane suena cada día con más fuerza para ser el sustituto de Rafa Benítez en el banquillo del Real Madrid. No sólo en la prensa española y en los corrillos madridistas suena el nombre del francés, también en su país, Francia, donde ayer ‘L’Equipe’ ya le situaba como principal candidato a ser en breve el nuevo inquilino del banquillo blanco.
La gran pregunta que se hacen muchos es si Zidane está preparado para ese reto. Sus defensores aseguran que sí y lo hacen de manera rotunda. Recuerdan que fue el segundo de Ancelotti cuando el Madrid ganó la ‘Décima’ y que tiene mucha ascendencia sobre los jugadores. Algo que es cierto porque empezando por Cristiano Ronaldo y siguiendo por el resto, toda la plantilla considera a Zidane uno de los suyos, algo que no pasa con Rafa Benítez. Además, ninguno de ellos olvida el trato personal que tenía el francés con ellos antes de cada partido, incluso mucho más que Carlo Ancelotti.
La otra cara de Zidane
Sin embargo, si en el primer equipo, los jugadores evidentemente, recibirían a Zidane con los brazos abiertos, en las categorías inferiores no es que tenga tanta buena prensa el entrenador francés. Cuentan los que están cada día en Valdebebas con el Castilla, que muchos de sus jugadores no entienden lo que les pide Zidane. En especial los que estaban el año pasado cuando el filial blanco estuvo a punto de descender. Varios de los que estuvieron a sus órdenes confiesan en ‘petit comité’ que no sabían a qué jugaban, que Zidane no tenía esquema y que, resumiendo, ni le entendían ni comprendían algunas de sus ideas a nivel táctico, ni tampoco sus decisiones de dejar en el banquillo a jugadores como Marcos Llorente, al que en Valdebebas consideran una de las grandes joyas de la cantera blanca.
Además de todo eso, está su hijo Enzo Zidane al que muchos consideran que le da un trato de privilegio en el Castilla. La decisión de hacerle capitán a las primeras de cambio generó mucha polémica en el filial blanco. Zinedine Zidane ha hecho caso omiso a todas esas voces que cuestionan que favorece a su hijo por encima de sus compañeros. “Lo que hay que hacer, que es difícil pero lo consigo, es que mi hijo sea en el vestuario un jugador como los demás. Después, en casa, vuelve a ser mi hijo. Pero en el club le trato como a cualquier otro. También es lo que él quiere. Luego, quizá sea un poco más duro con él, porque soy exigente y porque sé que puede hacerlo mejor”, dijo Zinedine el pasado mes de octubre cuando le preguntaron sobre los muchos minutos que tenía su hijo Enzo en el Castilla.
El entrenador del filial blanco está intentando suavizar su imagen de cara al exterior, quizás consciente que eso también es importante para entrenar al primer equipo. Este año sí sale ante los medios de comunicación tras los partidos y parece que no tiene las exigencias de la temporada pasada cuando en la visita al Fuenlabrada pidió un despacho para él, algo que no sentó nada bien en el seno del club madrileño. Zidane es un entrenador muy bien visto en el vestuario del primer equipo blanco en el que cuenta con muchos adeptos, pero en el fútbol base hay dudas sobre su capacidad y eso lo sabe la directiva blanca