Bidasoa, con la miel en los labios
Los irundarras dominan la mayor parte del partido pero ceden en el tramo final ante un Anaitasuna más certero
El Bidasoa lo tuvo cerca, muy cerca, pero el Anaitasuna hizo valer su mayor experiencia, su mayor tranquilidad en los minutos finales para sacar adelante una eliminatoria en la que tuvo que remar contracorriente durante casi todo el partido, ante un Bidasoa que dio la cara y que demostró ser un equipo de quilates, porque pese a ser una eliminatoria de octavos de final se permitió el lujo de reservar a Kauldi Odriozola y a Iago Muiña, además de dar muchos minutos a jugadores que tienen menos protagonismo durante el campeonato. Y es que la batalla que le espera el sábado en Valladolid a los de Fernando Bolea es de órdago y si para algo tiene que servir lo de ayer es para reforzar a un grupo que puede aspirar a todo este año.
Tres goles de Mouriño, Vázquez y Cristian Martínez dieron la primera ventaja al Bidasoa (3-1, m. 4) que con una defensa 5:1 poco habitual y un acertado Asier Zubiria bajo palos demostró que iba en serio. Al Anaitasuna le costaba horrores seguir cerca de los de Bolea y aunque a base de arreones lograba enjugar esas pequeñas diferencias, el Bidasoa lograba una y otra vez abrir pequeñas brechas que iban reforzando su confianza (7-5, m. 12).
Un tiempo muerto de Apezetxea y un ajuste defensivo permitieron a los navarros ponerse por delante por primera vez en el partido tras un gol de Gastón (12-13, m. 24), aunque el Bidasoa respondió con rápidez con dos contragolpes culminados por Davidovic y un lanzamiento de penalti transformado por un ayer infalible Crowley (1513, m. 27) que permitieron que los irundarras llegaran por delante al descanso (16-15).
En la reanudación, el Anaitasuna salió pegando fuerte y dos goles de Fernandes y Bazán volvieron a poner por delante a los navarros (16-17, m. 31). El partido entró entonces en un intercambio de golpes, roto con un parcial de 4-1 favorable a los de Bolea que lograron su máxima renta (23-20, m. 43).
El Anaitasuna se puso entonces las pilas en defensa, Bidasoa se cortocircuitó durante unos minutos y del 24-21 se pasó al 24-25 (m. 48).
A remolque
A partir de aquí los navarros supieron manejarse mejor en esos minutos decisivos. Bidasoa ya no volvió a ponerse por delante y solo pudo ir igualando el partido conforme el choque se acercaba a su fin.
A menos de dos minutos para la conclusión, el Anaitasuna se puso dos arriba (28-30), lo que motivó un tiempo muerto de Bolea, tras el cual Azkue anotó con rapidez (2930). Aún restaba 1’29’’ para el final. Tras otro tiempo muerto de Apezetxea, Cristian Martínez fue excluido a 59 segundos del final pero, en inferioridad, Dejanovic dio una oportunidad al Bidasoa con una gran parada. Sin embargo, el meta bosnio se precipitó y perdió el balón tratando de lanzar un contragolpe para Davidovic con 40 segundos por jugarse. Fernandes no perdonó y Azkue, a cinco segundos del final, puso el 30-31 final