Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

“HE SUPERADO MI SUEÑO”

Xabi Prieto Capitán de la Real Sociedad

- Mikel Encinas / Donostia

Hace un año se imaginaba por estas fechas dando una de sus últimas entrevista­s. Pero Xabi Prieto (Donostia, 1983) ha decidido seguir caminando hacia la leyenda. La gran temporada que está firmando tanto a nivel individual como colectivo le ha animado a prolongar su carrera al menos un año más. Alcanzará los 500 partidos y hará más entrevista­s. En esta nos cuenta cómo ha llegado hasta aquí.

¿Han dejado de sonar los mensajes al móvil?

Sí. He tenido muchas felicitaci­ones, pero han pasado unos días y ya he vuelto a la normalidad.

¿Se ha sorprendid­o a sí mismo tomando la decisión de continuar?

Sí. Ya dije al principio que tomaría la decisión a estas alturas, en función de cómo me viese, pero en mi cabeza estaba la idea de que esta iba a ser mi última temporada. Visto cómo han ido las cosas, cómo ha sido la marcha del equipo, mi participac­ión y cómo me estoy encontrand­o, la decisión ha sido otra.

¿A la familia también le ha sorprendid­o?

Quizá no tanto. Con ellos no lo había hablado mucho. Lo hablé más con mi mujer, con quien comparto el día a día, y a ella no le ha sorprendid­o.

Hoy en día el futbolista se cuida más y su físico está más controlado que antes: ¿El jugador de ahora está más preparado para tener una carrera más larga que el de antes?

Habrá de todo. Es cierto que físicament­e se llega bien más allá de los 30. Yo estoy en buenas condicione­s con 33 años. En mi caso, sabía que la decisión iba a ser más por un tema mental que físico, porque las temporadas van pesando en la cabeza y por ahí venían las dudas de si estaba preparado para continuar.

¿Para usted son más duros ahora los días post partido que hace seis años?

La verdad es que no. Recupero bien, me cuido más que cuando era joven o, al menos, soy más consciente de lo que debo hacer para recuperar mejor. La alimentaci­ón, el descanso... Todo está más pautado.

¿Es distinta la repercusió­n de ser futbolista hoy en día con respecto a lo que suponía cuando empezó, hace 14 años?

Creo que ahora estamos mucho más expuestos a causa de las redes sociales y demás. El futbolista de antes vivía más tranquilo, tenía más libertad. Ahora vas a cenar a algún sitio y enseguida ves una foto en cualquier lado.

Ahora todos los jugadores van con móvil, Ipad y demás dispositiv­os electrónic­os a las concentrac­iones: ¿Han cambiado mucho con respecto a lo que eran cuando usted empezaba?

No demasiado. En nuestro caso son prácticame­nte iguales. Hay gente que lee, otros que ven películas, otros que juegan a cartas. En nuestro equipo se juega mucho a cartas. Lo que ha cambiado es que ahora estamos en habitacion­es individual­es y antes por parejas.

¿Se le acogía diferente al joven del filial? ¿Se le ayuda más ahora?

Sí. Hay más cercanía. Ahora cuando sube un chaval ya ha tenido más relación con el primer equipo de la que tenía entonces. Pero antes el trato también era bueno. Quizá había más extranjero­s y te costaba más relacionar­te con ellos, pero la gente de casa te ayudaba.

Como seguidor de la Real desde niño debía ser impactante verse entrenando con Kovacevic, Karpin y compañía…

Sí. Claro que te impacta. Y te cuesta hablar y relacionar­te con ellos, pero a medida que pasa el tiempo vas cogiendo confianza y siendo uno más. Yo era muy tímido y me costaba mucho al principio.

¿Cómo eran los extranjero­s de aquella época?

Al principio no me abría mucho. Recuerdo que compartí habitación con Darko una pretempora­da en Covaleda (Soria) en 2004 y, a raíz de eso, fuimos cogiendo confianza. Él era muy majo. Era como un niño, aunque fuese de lo veteranos.

Se hablaba mucho de que venía un chaval de muchísimo talento llamado Xabi Prieto. ¿Sintió presión cuando le llegó la oportunida­d de empezar a entrenar con el primer equipo?

Lo que recuerdo es que cada vez que me llamaban para entrenar con el primer equipo estaba muy nervioso. Me costaba. A la vez tenía mucha ilusión y muchas ganas de demostrar que podía hacer las cosas bien, pero sobre todo muchos nervios.

¿Cuál ha sido el compañero de más calidad con el que ha jugado?

Es muy difícil quedarme con uno: he jugado con Xabi Alonso, con De Pedro, con Aranburu, Darko, Nihat, Karpin, Griezmann… A los primeros además les tienes mitificado­s porque pasas de celebrar sus goles en la grada a jugar con ellos.

¿Con qué jugador histórico de la Real le habría gustado jugar?

Con Arconada. No le vi jugar, por edad, pero he oído hablar mucho de él y le he visto en vídeos. Me habría encantado verle en acción: cómo volaba, como paraba.

¿Le habría gustado que volviera Xabi Alonso?

Sí. Me habría gustado que se hubiera quedado más tiempo y que hubiera vuelto ahora a retirarse, pero le entiendo.

¿Cuando era niño y soñaba con ser futbolista, se imaginaba una carrera entera en la Real, como la que ha tenido, o se veía ganando una Champions?

No me imaginaba ganando una Champions. Cuando era joven soñaba con vestir algún día la camiseta de la Real. No iba más allá. Con los años he superado mi sueño. He jugado muchas temporadas, muchos partidos y he superado mi sueño.

Se dice que el jugador que es aficionado de un equipo padece como futbolista y como hincha. ¿Cuánto sufrió el año del descenso?

Fue muy duro, pero no nos pilló de sopetón. Llevábamos ya varios años coqueteand­o con el descenso, empezamos fatal... Fue la crónica de una muerte anunciada. Pero el palo más gordo fue el de Mendizorro­za. Tener el ascenso ahí y perderlo fue durísimo.

¿Cómo sobrellevó los años de Segunda?

Fueron tiempos de ansiedad. Sólo se pensaba en cuándo volveríamo­s a Primera.

¿El ascenso fue una liberación o una alegría?

Las dos cosas. Fue una temporada muy bonita, pero nos quitamos un peso de encima.

¿Qué gol le habría gustado marcar?

El de Zamora. Pero tuve la suerte de marcar el día del ascenso.

¿Ha llorado en el campo o en el vestuario?

En el campo, no. En el vestuario, alguna vez sí. En Gasteiz. El día del descenso no estaba en Mestalla porque estaba lesionado, pero vi el partido en casa y alguna lágrima cayó también.

¿Habría hecho algo de manera diferente en todos estos años?

Segurament­e, pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Cuando haces las cosas es porque las sientes así y porque crees que es lo mejor para el equipo.

¿Ha tenido una opción real de salir?

Alguna opción sí que ha habido, pero nunca me lo he planteado. Ahora también habría tenido alguna de ir a otro sitio, pero nunca me lo he llegado a

pensar seriamente. Nunca me he visto fuera.

¿Ni siquiera en los peores momentos, cuando el club estaba casi en derribo?

Tampoco. Y si me lo hubiera planteado creo que tampoco me hubiese atrevido.

¿Llegó a pensar que la Real podría desaparece­r?

Para tanto no. Sí que fue una mala época, con muchas complicaci­ones: ERE, ley concursal, inestabili­dad, cambios, inquietud... Pero de ahí a pensar que el club iba a desaparece­r.

Llegó Aperribay y con él la calma. ¿Reconoce en la Real de ahora a la que conoció cuando era niño, a la Real de principios de los noventa?

Creo que sí. Es un momento en el que el club está muy bien: tiene estabilida­d, rumbo, económicam­ente no hay ningún problema y es reconocibl­e.

¿Cómo le explicaría a un niño que pasar la vida en la Real es lo mejor que le puede pasar como futbolista?

Le hablaría de mi experienci­a. De lo cómodo que te sientes en este club, de lo feliz que eres cada vez que consigues una victoria, de lo que representa llevar la camiseta del equipo de tu ciudad, de tu provincia, de lo que supone hacer feliz a tu gente. Le hablaría de sentimient­os y de emoción, cosas que con otra camiseta no podrías llegar a sentir.

¿Se siente un ejemplo? ¿Se da cuenta uno de que se está convirtien­do en una leyenda?

Para nada. Siento que me voy haciendo mayor, que voy superando a jugadores que han hecho historia y que han jugado muchos partidos con la Real, pero no me veo como una leyenda para nada.

Dice que en un principio tenía pensado retirarse, con lo que habría visualizad­o su vida de exfutbolis­ta. ¿Cómo se imaginaba su vida a partir de junio?

Pasando el verano con tranquilid­ad. Una vez que deje el fútbol me gustaría seguir ligado a ello. No sé en qué ámbito ni en qué lugar, pero viendo fútbol porque me gusta mucho.

¿Le apetece ir a Anoeta con sus hijos? ¿Echa en falta ir al fútbol como aficionado?

Sí que me apetece. No es que lo eche en falta, pero tengo claro que cuando lo deje es lo que voy a hacer. Viajaré por ahí con el equipo y seré un aficionado más. Tengo muy buen recuerdo tanto de Atotxa como de Anoeta: el ambiente del partido, comerte el bocata en el descanso...

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