Algo se ha hecho bien
En este medio solemos criticar lo que nos parece criticable y denunciar lo que nos parece denunciable, de la misma manera que elogiamos lo que nos resulta elogiable y veneramos lo venerable. Sin imposiciones, ni cortapisas. Sin el anhelo de querer quedar bien con nadie y alejándonos del servilismo. Esto, en ocasiones, repercute negativamente en la concesión de entrevistas y en el logro de informaciones. Pero es mejor ser libre e independiente. Por todo esto, de la misma manera que es patético que la Real organice un amistoso a puerta cerrada, con la emisión inmediata de un resumen del mismo y una fotogalería, e incomprensible que Eusebio, defensor a ultranza de utilizar un único sistema y una manera de jugar innegociable, cierre tres entrenamientos por semana, de igual modo que hay algo no explicado de la renuncia de Olabe que desprende olor a naftalina, hay que significar que el club está trabajando muy bien en la cantera. Y los frutos se están recogiendo. La irrupción de Álvaro Odriozola es sólo el ejemplo paradigmático de esa labor en la factoría. En unos meses, la Real se ha dotado de un gran lateral derecho (esa apariencia tiene) o, en todo caso, de un patrimonio notable, porque su cotización en el mercado es ya elevadísima. Pero no ha sido un hecho aislado (casos de Oyarzabal, Bautista, incluso Yuri) ni casual, porque el donostiarra llegó hace una década al club y se le ha pulido durante todo este tiempo para llegar a este punto. Aperribay y Loren expusieron hace ya unos años una gran confianza en la generación del 95 (Bautista, Odriozola, Guridi, Capilla, Merquelanz...) y en la del 97( Oyarzabal y Zubeldia )ypor ellos han apostado de verdad. Les está saliendo muy bien, de momento. La Real es muy así