Se frustra su reencuentro con Antoine Griezmann
Illarra jugó el amistoso en el que debutó Griezmann, pero tardó más en asentarse
La lesión de última hora de Asier Illarramendi frustró el reencuentro del jugador txuri urdin con su ex compañero y amigo Antoine Griezmann, que liderará a la selección francesa frente a la española en Saint Denis.
Los dos debutaron en la misma temporada en el primer equipo de la Real, la del ascenso -2009/10- aunque al mutrikuarra le costó dos años más asentarse en el primer equipo. A pesar de llevarse sólo 12 meses, no coincidieron nunca en las categorías inferiores. Illarra siempre estuvo por encima hasta el año en el que ambos tenían que compartir vestuario en el Sanse, la campaña 2009/10, la tercera del mutrikuarra en el filial. Pero en uno de los primeros entrenamientos, Griezmann lesionó a Bingen Erdozia, que había sido convocado para el primer amistoso del primer equipo, en Azkoitia ante el Anaitasuna. Al final, el citado por Martín Lasarte fue el extremo francés, que marcó dos goles en 45 minutos y comenzó a escribir una historia que le ha llevado a ser un top 3 mundial en la actualidad. En ese ‘bolo’ también participó Illarra, que coincidió con el de Macon durante 25 minutos en el campo. Él ya había debutado el 31 de diciembre de 2008 en un amistoso ante el Eibar en su pueblo, Mutriku.
En aquella campaña 2009/10, Griezmann, con apenas 18 años, fue determinante en el ascenso con seis goles y 38 encuentros disputados. Illarra se estrenó en partido oficial en la última cita, en Elche, después de todas las celebraciones por el ascenso conseguido ante el Celta en Anoeta.
El mutrikuarra tampoco fue importante en la siguiente campaña, con Martín Lasarte, en Primera. Disputó tres encuentros, a gran nivel, pero su sitio estaba en el Sanse. Antoine, sin embargo, seguía siendo una pieza vital (disputó 37 partidos y firmó siete goles).
Illarra y Griezmann participaron semanalmente en el ‘once’ realista y fueron determinantes durante las dos campañas con Montanier, la 2011/12 y la 2012/13, que derivó en la Champions. Al final de ese segundo curso, el guipuzcoano se marchó al Madrid.
El galo permanecería una temporada más en la disciplina blanquiazul. Al final del siguiente curso, tras marcar 16 goles, se fue al Atlético de Madrid y se convirtió, tras el rubio de Mutriku, en el traspaso más caro de la historia de la entidad realista.
El crecimiento del francés ha continuado imparable a orillas del Manzanares y no se puede descartar que este verano venga alguno de los clubs más importantes de Europa a hacerse con su fichaje. La Real estará pendiente de cualquier operación que pudiera darse en ese sentido, ya que recaudará el 20% del traspaso. Su cláusula es de 100 millones de euros
Fueron elementos clave en las campañas 2011/12 y 2012/13 en el primer equipo
Son los dos traspasos más caros de la historia del club txuri urdin