El aguafiestas llega en mal momento
El día que Anoeta celebra los 500 partidos de Xabi Prieto con la Real llega al estadio el rival que más daño le ha hecho en los últimos años
El sorteo del calendario deparó que el Villarreal fuera el primer visitante de un Anoeta en obras e inmediatamente vino al recuerdo la temporada del retorno a Primera División, la 10/11 en la que los txuri urdin, en un estadio que estaba inundado de ilusión, gozaban con el triunfo por 1-0 gracias curiosamente a un gol de Xabi Prieto que siete años después y ante el mismo rival celebrará su partido 500 con la elástica txuri urdin. Sin embargo, ese hermoso recuerdo no ha sido la norma, más bien al contrario porque el Villarreal ha sido lo más parecido a una pesadilla que ha hecho de Anoeta su particular jardín de las delicias.
Y es que en 17 ocasiones se han enfrentado donostiarras y groguets desde que un 7 de marzo de 1999 el equipo entonces dirigido por el lasartearra José Antonio Irulegui, artífice del histórico ascenso del Villarreal a Primera, se estrenara en Anoeta con un empate a un gol. Entonces, De Paula batió a Palop para abrir el marcador para una Real que vio cómo en el minuto 89 un ex, Gica Craioveanu, firmaba el 1-1 final. En ese equipo un tal Imanol Alguacil era su carrilero derecho; el getariarra Aitor Arregi ocupaba el flanco izquierdo y Gerardo García León ocupaba un puesto en la medular.
Ese fue el primero de los siete empates que ha logrado el conjunto castellonense en Anoeta, donde ha logrado otras siete victorias y únicamente ha perdido en tres ocasiones, la última en la ida de los octavos de final de Copa de la pasada campaña cuando los txuri urdin vencieron por 3-1. Willian José, Vela y Oyarzabal encarrilaron una clasificación que complicó Trigueros con su golazo. En la vuelta pasaría la Real.
De las siete derrotas hay algunas especialmente recordadas. Aún duele la de febrero de este año cuando Samu Castillejo ajustició a los realistas en el último minuto frustrando un empate que era oro en su lucha europea.
Más dura fue aún la derrota, también en la última jornada, de la temporada 2013/2014 en la que la Real se jugaba acceder directamente a la Europa League y vio cómo la derrota por 1-2 le obligaba a disputar las previas que como consecuencia traerían semanas más tarde la debacle de Krasnodar que comenzaría a ajusticiar a Jagoba Arrasate.
También se recuerda el triunfo groguet por 1-3 en la temporada 2005/2006 con exhibición de Juan Román Riquelme, ovacionado por Anoeta cuando fue sustituido tras hacer un gol, asistir a Guayre y realizar uno de los mejores partidos que se le recuerdan en la Liga española.
Pero sin duda más dolorosa que cualquiera de esas derrotas fue el empate a dos de la temporada del subcampeonato. Un triunfo en aquel encuentro allanaba sobremanera el camino hacia la tercera Liga txuri urdin. Y lo cierto es que la cosa no pudo empezar mejor porque un doblete de Kovacevic, el segundo de penalti, ponía el 2-0. Sin embargo, un gol de Víctor en el 88 y otro de Jorge López en la última jugada del partido hacían volar dos puntos que luego serían fundamentales.
Mañana Anoeta celebrará los 500 partidos de su capitán y esperemos que también un triunfo ante un rival directo... Y maldito