Un misil para terminar con una larga sequía Un latigazo
Canales rompió con un golazo de escándalo una racha que le mantenía sin marcar desde diciembre de 2015
Prácticamente no hay un partido en el que Sergio Canales no intente un gol como el que le salió ayer en Lleida. Reventó las telarañas de la portería de Oliveros. Su disparo aunó precisión y potencia porque entró por todo el ángulo y lo hizo a 1.000 por hora. Su misil es de los que se recuerdan durante mucho tiempo.
Así, de la forma más espectacular posible, rompió el cántabro el gafe que mantenía con la portería contraria. No marcaba desde el 16 de diciembre de 2015. Justo dos semanas antes de romperse en el Santiago Bernabéu. Desde aquella fecha han transcurrido casi dos años. Demasiado para un jugador al que el fútbol profesional conoció como delantero.
Precisamente encontró el premio en la posición más retrasada en la que ha jugado desde que firmó por la Real. Porque, ante las bajas en el centro del campo, el ‘16’ txuri urdin ejerció de interior. Jugó por delante de Rubén Pardo. Desde ahí intentó asociarse con Januzaj y con De la Bella y por ese flanco izquierdo consiguieron volcar el juego realista durante los primeros compases del encuentro.
Pero fue pasada la media hora cuando llegó su momento de gloria, cuando pudo paladear el sabor
más dulce del fútbol que amenazaba con olvidársele. Vio que podía ser el primero en llegar a un mal despeje de Moustapha y allá fue, con fe para orientarse y soltar un latigazo que esta vez fue a parar al mejor lugar posible.
En la celebración quizá no expresó toda la rabia y liberación que sintió con ese tanto. Se fue al banquillo, para abrazarse a Jon Bautista en un gesto de complicidad con el delantero de la cantera.
Pudo hacer incluso un segundo gol, pero su falta en el tramo final del partido se marchó fuera por poco. Buscaba también la escuadra, en esta ocasión la de la otra portería.
Roza su primer doblete
Habría sido su primer doblete en la Real, donde le está costando explotar su faceta goleadora. El de ayer fue su noveno tanto como blanquiazul. En enero cumplirá cuatro años en la disciplina realista. Hace pocos meses, a principios de verano, Canales parecía más fuera que dentro de la Real. Estaba dispuesto a buscar un equipo en el que tuviera más protagonismo. Finalmente Eusebio le convenció, dejándole claro que iba a ser importante. Por ahora el vallisoletano está cumpliendo con lo prometido, puesto que ha participado en todos los partidos de la temporada. El gol en Lleida seguro que le sirve para coger más confianza y le quita un peso de encima