Oinatz: 'Si, juego'
Sacando una vez más todo el coraje que lleva dentro, Oinatz Bengoetxea decidió ayer jugar el domingo contra Víctor Esteban la jornada definitiva de la liguilla de cuartos del Cuatro y Medio. El actual campeón buscará una plaza en las semifinales con el dedo índice de su mano derecha fracturado. Lo confirmó públicamente en la elección de material que se celebró en el Adarraga de Logroño, escenario programado para el determinante partido.
Bengoetxea VI manifestó antes los medios en el Adarraga que su dolor es “soportable” y que “estoy en condiciones de jugar”. Informó de que la zona conflictiva de su mano derecha es “fácil de proteger de manera especial”, motivo clave en su decisión de no renunciar. Una férula pensada para estas eventualidades salvaguardará el dedo afectado del leitzarra.
La última palabra la ha tenido Oinatz Bengoetxea, previas consultas con los servicios médicos de
su empresa, Asegarce. Es una decisión de calado por todo lo que habrá en juego en el Adarraga el domingo. La presencia del actual campeón en las semifinales está en el aire y Oinatz se tendrá que ganar el derecho a defender la txapela soportando una fractura de la falange distal del dedo índice de la mano derecha.
El navarro necesita ganar a Víctor
y esperar a que Elezkano II haga lo propio frente a Olaizola II un día antes, el sábado en el Labrit. La otra opción para Bengoetxea VI es dejar a su contrincante riojano en 19 tantos o menos.
”Puedo hacer un buen partido”
Con las premisas referidas se produciría un triple empate en cabeza del Grupo A, que otorgaría el pase a Olaizola II como primero y a Bengoetxea VI como segundo. A Víctor Esteban le bastará asimis- mo con hacer 20 tantos ante el leit- zarra para clasificarse a las semi- finales del acotado.
Por de pronto, el riojano jugará después de que Bengoetxea VI ha- ya luchado, por enésima vez, contra los elementos. El campeón de la ‘jaula’ declaró en el Adarraga que “puedo aguantar” el dolor después de efectuar “una prueba considerable”. Admitía que “la deci- sión no ha sido fácil”.
Oinatz es más optimista que pe- simista con el resultado, pero con voz moderada: “Nunca se sabe có- mo puede ir, pero la esperanza es hacer un buen partido. Puedo ha- cerlo y a eso vendré”.
Unos 45 minutos de peloteo, del 2 al 2, algún saque y unos 50 pelota- zos en las inmediaciones del cua- dro 3 fueron los ejercicios que hizo Oinatz, infirma Asegarce, y que desembocaron en su medida de saltar a la cancha el domingo. Ga- nará o perderá. Ayer dijo ‘sí, jue- go’, exhibiendo garra