Encarrilar sin resolver
El gran gol de Canales da una mínima ventaja a la Real pasar superar a un Lleida que fue a más mientras los de Eusebio perdían el sitio
La Real cobró ventaja con el magnífico cañonazo de Canales desde fuera del área que quitó las telarañas de la escuadra de David Oliveros, el meta del Lleida que resolvió bien el resto de llegadas de una Real apagada en muchos momentos del partido y con pocas ocasiones claras para marcar.
Oliveros salvó el segundo gol que tal vez hubiera dejado la eliminatoria sentenciada del todo, al sacar el espectacular remate de cerca de Juanmi en un buen centro de Xabi Prieto en la que fue la mejor ocasión realista de la segunda mitad. Al revés de lo que se presumía, el Lleida fue a más en lugar de acusar el esfuerzo y en los últimos minutos tuvo algunas llegadas de peligro. El balón estaba en su poder cuando el árbitro pitó el final del partido.
La gran novedad de la Real en la alineación de ayer estaba en la portería. Toño Ramirez, a sus 31 años, jugó por primera vez en el equipo de Eusebio, algo que no había podido hacer en ninguno de los partidos anteriores desde que regresó a la Real de su paso por el Larnaca chipriota. Ni Liga, ni Copa ni Europa League, para Toño su puesto ha estado siempre en el banquillo y justo en un momento en que Rulli ha escuchado algunos silbidos en Anoeta le llega la oportunidad de demostrar que puede ser una buena alternativa para el meta argentino que tarde o temprano dejará vía libre.
Los mensajes de Rulli han sido siempre concretos sobre su deseo de defender una portería más importante que la de la Real y ahora dice tener mirada en el Mundial que en 2018 se disputará en Rusia, al que aspira a acudir como tercer portero de la selección de Sampaoli.
Es verdad que para ello tendrá que lucirse en la Real y para ello mejorar su situación actual, que pasa por un momento delicado, con tantos goles recibidos.
Por todo ello, seguro que la dirección deportiva está pendiente de localizar un portero de garantías para el futuro, dada la veteranía de Toño y que tampoco parece que sea el mejor momento en ese puesto en los equipos de la cantera. Curioso y para una profunda reflexión, que en Gipuzkoa, tan prolífica en generar grandes porteros, no encuentre uno que evite tener que salir al mercado extranjero para encontrarlo.
Todos los ojos realistas estuvieron pendientes del ayer debutante meta realista. Toño tuvo un partido cómodo en la primera parte, sin intervenciones necesarias, salvo algún toque con los pies por cesiones de su defensa, aunque en la segunda parte ya tuvo que trabajar un poco más, luciéndose en un disparo abajo de Valiente que sacó a córner en una buena intervención. Lo demás fueron salidas a balones bombeados que el riojano sujetó con seguridad.
No fue un buen partido de la Real, sobre todo en una segunda mitad en la que a veces estuvo sometida por el equipo de Segunda B, cuando lo esperado era resolver la eliminatoria para jugar sin presión en la vuelta, ahora que hay tres frente abiertos y que sería de agradecer tener partidos que no sean muy exigentes. Aún puede quedar alguna duda sobre si lo de ayer fue suficiente. El único gol de Canales, gran gol eso sí, da ventaja a los de Eusebio, pero parece que aún tiene vida el enfrentamiento de Anoeta, hasta que la Real sea capaz de abrir más hueco en casa. De entrada, yo no me fiaría demasiado porque el Lleida se creció tras el descanso y también tuvo sus acercamientos peligrosos al área de Toño.
El entrenador habrá tomado nota de algunas actuaciones por debajo de lo que se esperaba de ellos. Por ejemplo, y tras sus minutos espectaculares en el final del partido ante el Espanyol, ayer Januzaj no pudo entrar en juego, como también les pasó a otros que tenían una buena ocasión para demostrar que hay que contar con ellos, pero que quizás dejaron pasar la cita sin aprovecharla. A ver el domingo, que también serán obligados algunos cambios de jugadores puntales para Eusebio