EL RETO ES ILLUNBE
El Donostia Arena se confirma en este inicio de Liga como el pabellón con menos espectadores El constante crecimiento de público desde el primer partido invita al optimismo en el GBC
El Deltecto GBC vive días tranquilos. El equipo se encuentra inmerso en el parón por las ventanas FIBA y este fin de semana descansará. No habrá jornada ACB. El balance 3-6 y, sobre todo, las dos victorias de margen sobre el descenso que marca el San Pablo Burgos, hacen de estas dos semanas sin competición jornadas relajadas. En el plano deportivo las cosas marchan según lo previsto.
Otro asunto bien distinto es el respaldo social que ha tenido el equipo en esta primera parte de la temporada. El paso del Gasca a Illunbe no se preveía fácil y no lo está siendo. La sensación de vacío en las gradas es una realidad por mucho que el club haya tratado, con buen criterio, de tapar el anillo superior del Donostia Arena. Pero ni por esas. La instalación donostiarra se hace enorme para un Delteco GBC que no ha enganchado a la afición ni con el ascenso a la Liga ACB.
Los números no engañan. Illunbe se ha convertido en el pabellón menos transitado de la Liga Endesa. Apenas una media de 2.121 espectadores se han dejado ver por el Donostia Arena en lo que llevamos de temporada. Cuatro partidos no pueden servir para hacer un balance definitivo, pero sí indican las dificultades que conlleva jugar en Illunbe y el poco arraigo que sigue teniendo el proyecto en Gipuzkoa. No es menos cierto que el calendario no ha sido amable en este sentido. Real Betis, UCAM Murcia, RETAbet Bilbao Basket y Unicaja no parecen los rivales idóneos para que las gradas del Donostia Arena se llenen de aficionados. Habrá que esperar hasta 2018 para ver, presumiblemente, las mejores entradas en la instalación donostiarra. Las visitas de Barcelona (2 de enero), Real Madrid (21 de enero) y Baskonia (1 de abril) tendrán que es- perar.
Crecimiento real
La buena marcha del equipo y el baloncesto alegre que despliega están ayudando a que partido a partido haya más asientos ocupados. La afluencia de público ha ido en aumento desde el primer partido en casa, señal de que las cosas se están haciendo bien. Ante el Real Betis acudieron 1.495 espectadores, 1.913 vieron al UCAM Murcia, 2.355, incluidos varios cientos de aficionados vizcaínos, estuvieron en el primer derbi de la temporada en Illunbe y 2.721 espectadores fue la cifra ante el Unicaja, primer equipo de Euroliga que pasaba por el Donostia Arena esta temporada. Es decir, prácticamente se ha duplicado el número de aficionados del primer partido al cuarto. El camino a seguir para un club que quiere estabilizarse en lo deportivo en la ACB, pero también recuperar parte de la masa social que apoyó al club en sus primeros años en la elite.
El aumento de público en las gradas del Donostia Arena es una realidad, pero dista mucho del apoyo que reciben el resto de los clubs de la Liga Endesa. Sólo el Morabanc Andorra es incapaz de llevar al menos 4.000 espectadores de media a su pabellón (3.987). El colista Real Betis, que no ha ganado todavía ningún partido en lo que llevamos de temporada, arrastra a 4.047 aficionados por partido al Pabellón San Pablo.
El San Pablo Burgos, que ascendió a la ACB junto al Deltecto GBC y ocupa plaza de descenso, es el tercer equipo de la Liga Endesa que más aficionados mueve. A cada partido se acercan 8.942 espectadores, confirmando la comunión que existe entre el equipo y el público. En lo más alto aparecen Real Madrid y Baskonia. La media en el WiZink Center es de 9.137 espectadores por los 8.967 del Fernando Buesa Arena. Números de otra galaxia para un Gipuzkoa Basket que tiene tarea para llenar las gradas del Donostia Arena