Otros tres goles en contra
La Real repitió su guión de mucho dominio, poca efectividad y facilidades para que el rival te crucifique
Una victoria ante el Zenit de San Petersburgo era lo que necesitaba el equipo de Eusebio para finalizar primero del grupo H en esta Europa League que se va a los dieciseisavos de final y entra en esa fase de uno contra uno. Ser primero suponía evitar algunos rivales potentes que caen desde la Champions y al resto de campeones de los grupos, además de adquirir una buena cantidad de euros por el liderato y el prestigio que eso suponía. Pero como ya sabrán, la Real se tiene que conformar con pasar segunda de su grupo tras su triste derrota de anoche en Anoeta.
La primera parte fue un ejemplo continuado de lo que ya es muy habitual en el equipo de Eusebio, mucho dominio, poca puntería y lo justo del rival para coger ventaja. Ha sido norma en esta fase de grupos de la Europa League que la Real sea dueña del balón, es así como se encuentra más cómoda, pero sus aproximaciones al área rusa fueron constantes y poco efectivas cara al marcador, aunque faltó muy poco para que inaugurara su cuenta goleadora. La primera ocasión de Willian José, los disparos lejanos de Ilarramendi que no vieron puerta, en algún caso por muy poco, los chutazos de Kevin que salieron a las nubes lo mismo que pudieron clavarse en la red del Zenit, pero que no había forma de llevar a buena. A punto de llegar al descanso, Oyarzabal remataba aquel centro largo de Kevin que se estrelló en la parte exterior del poste.
La Real se iba al descanso, pese a todo lo anterior, por detrás en el marcador porque en una de las contadas llegadas del Zenit, un despeje blando de Rulli dejó el balón a placer del remate final de Erokhin. Todo un jarro de agua fría al que tristemente se ha acostumbrado Anoeta. A los rivales les cuesta poco hacer gol en la meta de Rulli ala vez que necesita muchos intentos para marcar. Una docena de remates, solo un par entre los postes, y a intentar hacer una buena segunda mitad que le permitiera dar vuelta al marcador y hacerse con esa buscada cabeza de grupo para mejorar, se supone que mejorar, los cruces del sorteo del próximo lunes. Así que mucho tiro y pocas nueces para los de Eusebio y medio partido por delante.
Sin perder la compostura, los realistas mantuvieron su tónica de dominio y por fin encontraban premio en una acción brillante de
Januzaj en la banda derecha que, tras dejar sentado a su marcador, sirvió un balón tan cerrado que en la misma línea de gol empujó Willian José para empatar y ponerle pilas al partido. Con más de media hora por delante y el empate en el luminoso de Anoeta, la Real recobró el ánimo y el ambiente se calentó en busca del triunfo. Pero poco duraba la alegría local, porque
Ivanovic iba a ser protagonista con una chilena espectacular para clavar un gran gol. Illarramendi tardó en salir de su área tras el córner ruso y habilitó al jugador del Zenit para volver a hacer trizas a la Real sin merecerlo.
En medio de un lamentable ambiente de bengalas en la zona de los seguidores del Zenit, Leandro Paredes completaba una jugada de órdago a la grande y tras dejar sentada a toda la zaga realista batía por bajo a un sorprendido Rulli. El 1-3 ya fue la puntilla aunque el carácter de los realistas pemitió una última ocasión de Willian José respondida con una gran parada del meta ruso. En fin, que la temporada se está complicando para los de Eusebio. Ahora Liga y solo Liga hasta la reanudación europea. A recuperarse para el mediodía del domingo