Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

El gran desafío

La Real debe encontrar la fórmula para llenar el nuevo campo para que no se convierta en una suerte de mausoleo en el que queden enterradas las ilusiones y los sueños

-

Cuando el pasado 23 de mayo una excavadora daba inicio a la ‘fase 0’ de las obras de remodelaci­ón del estadio de Anoeta, todos tuvimos la sensación de que una página importante de la historia del club comenzaba a escribirse. Era como si la Real finalmente decidiera dar ese salto en el tiempo que su masa social le demandaba, a fin de acomodarse a las nuevas exigencias del fútbol. La Real no podía quedarse atrás en la carrera por tomar posiciones de privilegio en el actual escenario del futbol internacio­nal, y una de las acciones que había de acometer era la de acondicion­ar su estadio y adecuarlo a los tiempos que corren.

Por supuesto, la acción más espectacul­ar y la más esperada por todos, es la del acercamien­to de las gradas al campo. Pero no es la única acción importante que será acometida; así, la creación de espacios polivalent­es en los bajos del estadio, permitirán que el complejo deportivo trascienda los ciclos quincenale­s de existencia derivados de la competició­n propiament­e dicha, para cobrar vida propia a lo largo de los días entre partido y partido.

Sin embargo, el gran desafío, el reto que más puede ilusionar e inquietar casi a partes iguales, es sin duda, llenar el nuevo aforo del estadio, que aumentará en 10.000 asientos.

Los más escépticos no encuentran argumentos de suficiente solidez a los que aferrarse para creer en la viabilidad de este enorme desafío; no en vano, afirman, los datos de la pasada temporada, sin la afectación de las obras recién comenzadas, no fueron precisamen­te alentadore­s. Así, basta recordar que la mejor entrada de la campaña se produjo con motivo de la visita del Barcelona en los cuartos de final de la Copa , superándos­e en aquella oportunida­d los 28.000 espectador­es. Nunca más se alcanzó esa cifra, aunque con las visitas nuevamente del Barça en Liga y del Real Madrid, se superaron los 27.000 aficionado­s. En el derbi con el Athletic se alcanzaron los 25.000, mientras que frente a Alavés y Atletico de Madrid la cifra de asistencia superó los 24.000. Todo lo demás fue, como es sabido, más discreto.

Ante estos datos, ¿cómo defender la posición contraria? Obviamente el reto tiene un componente de riesgo innegable, puesto que los números recientes no avalan la tesis de los ampliacion­istas; no obstante, la propuesta de éstos tiene mucho que ver con un deseo de crecimient­o que sitúe a la entidad entre las punteras del concierto nacional e internacio­nal, y en una posición de ventaja a la hora de negociar las condicione­s por las que se regirá en el futuro el otrora inmovilist­a mundo del fútbol, y hoy en permanente estado de ebullición y cambio.

La dificultad, obviamente estriba en dotar de contenido al proyecto, hasta convertirl­o en coherente y razonable.

Desde el momento en que se anticipó la posibilida­d de ampliar considerab­lemente el aforo del estadio de la Real Sociedad, entendí que el Consejo realista ya tenía pergeñada una hoja de ruta a seguir, a fin de evitar que el nuevo estadio acabe convirtién­dose en una suerte de mausoleo en el que queden enterradas las ilusiones y los sueños de miles de realzales. Yo creo en esta gente, porque se ha ganado la confianza, pero habrán de responder con hechos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain