COMO ORO EN PAÑO
La Real tiene ante el Barça la doble misión de volver a la senda del triunfo y defender el récord de imbatibilidad Si ganara en Anoeta, el conjunto culé se quedaría a 12 partidos de igualar la marca de los campeones
La visita del Barcelona el domingo a Anoeta es toda una amenaza, pero también una gran oportunidad. El conjunto de Ernesto Valverde, intratable, amenaza con elevar la dimensión de la crisis realista y con dejar los registros de Eusebio desde septiembre a la altura de los de Moyes. El choque ante el conjunto azulgrana también puede ser una tabla de salvación para los txuri urdin. Ganar a los culé sería el punto de inflexión idóneo para salir del mar de dudas en el que está sumida la Real.
Pero en el encuentro del domingo hay en juego algo que trasciende de esta misma temporada y que corresponde a la historia. A la historia de la Real y a la historia de la Liga: la espectacular primera vuelta que está firmando el Barcelona, con 15 victorias y sólo tres empates en las 18 primeras jornadas amenaza uno de los grandes tesoros de la entidad realista: el récord de imbatibilidad. Los blaugrana, que unen a su inmaculada trayectoria de este curso los últimos siete encuentros de la pasada campaña sin perder, empiezan a poner en entredicho la permanencia de aquel récord que estableció el equipo campeón de la Real entre 1979 y 1980 y que puso el listón en 38 encuentros consecutivos sin conocer la derrota.
Si los de Valverde no perdieran en Donostia, se irían hasta los 26 enfrentamientos invictos (19 de esta Liga y 7 de la anterior). Quedarían a 12 del hito txuri urdin y, teniendo en cuenta que ya han jugado en el Santiago Bernabéu, en Mestalla, en el Metropolitano, en San Mamés y que ya lo habrían hecho en Anoeta, su ‘bestia negra’ en los últimos años, no sería descabellado pensar que el récord de los Arconada, Zamora, López Ufarte, Satrústegui y compañía corre peligro.
Entre el Barça y los 38 encuentros sin perder se encuentran la Real -precisamente ante los txuri urdin comenzó la racha en el Camp Nou-, el Betis, el Espanyol, el Eibar, Las Palmas, el Málaga y el Sevilla a domicilio y el Alavés, el Getafe, el Girona, el Atlético, el Athletic y el Leganés en el Camp Nou.
Tres records en uno
En realidad, lo que ostenta la Real son tres registros: por un lado, el de encuentros sin perder en una misma Liga (32), por otro, el de jornadas consecutivas sin conocer la derrota desde el inicio (las mismas 32) y por último, el de 38 invicto, los que resultan de sumar los 32 de la campaña 80/81 con los seis últimos de la 79/80.
A punto de alcanzar los 32 duelos consecutivos sin derrota se quedó el Barcelona de Guardiola, que visitó Anoeta tras 31 choques invicto, en la campaña 10/11, con la Real jugándose el descenso. Contra todo pronóstico, los de Lasarte, con goles de Ifrán y Xabi Prieto, remontaron (2-1) para salvaguardar la gesta de los campeones.
No hace falta recordar que aquella impecable trayectoria en la 79/80 no bastó a la Real para ganar la Liga, porque la derrota en el Sánchez Pizjuán en la penúltima jornada obligó a la parroquia txuri urdin a esperar un año para cantar su primer alirón.
Entre esos 38 duelos de vino y rosas para la Real, destacan victorias por 4-0 al Real Madrid o al Athletic e incluso una victoria por 4-3 sobre
Durante aquella racha la Real venció 4-0 al Athletic y al Madrid: todo acabó en Sevilla
Ya frenó al Barça de Guardiola, el equipo que más se acercó a los 38 duelos invicto
Satrústegui recuerda que “no había conciencia de lo que se estaba logrando”
el Barcelona. Jesús Mari Satrústegui, con 21 goles durante esa intachable trayectoria, recuerda que “en realidad no había conciencia de lo que se estaba consiguiendo. Teníamos una constancia en el trabajo e iban saliendo las cosas. No nos poníamos metas y, como dice el Cholo, íbamos partido a partido. Tuvimos la suerte de que nadie se
lesionara y logramos una racha espectacular”. Durante ese año, “empezamos a vislumbrar que podíamos hacer grandes cosas por los resultados que logramos tanto en Liga como a nivel internacional”.
El ex delantero blanquiazul asegura que para ellos “no era una obsesión” continuar imbatidos. “No pensábamos en eso” y recuerda especialmente el partido ante el Real Madrid, en el que la Real puso fin a una racha que le mantenía sin ganar a los blancos desde el ascenso de Puertollano: “Contra ellos la historia nos había negado el éxito y con aquel triunfo empezábamos a decirles que estábamos ahí y que había cambiado la cosa”