Iñigo no jugará contra el Barça
El central de Ondarroa sufre una lesión de grado I en el músculo sóleo de la pierna izquierda, por lo que causará baja este domingo en Anoeta
El físico no le quiere perdonar ni una a Iñigo Martínez. En una temporada que ya arrancó con el pie torcido de antemano, debido a unas molestias en el glúteo en verano que se repitieron en el inicio de liga, y que se agravó con una severo golpe en la rodilla sufrido en Riazor, en la tercera jornada, que le mantuvo fuera un mes y medio, se suma ahora otro nuevo contratiempo que le hará perderse uno de los duelos más importantes del curso y alguna cita más.
Así, una lesión de grado I en el músculo sóleo de la pierna izquierda impedirá al central de Ondarroa vestirse de corto este domingo frente al Barcelona en Anoeta (20.45 horas), por lo que no podrá aportar su granito de arena para dar continuidad a la gran racha contra los azulgranas en casa, incapaces de llevarse el triunfo de vuelta a casa en los últimos años.
El defensa vizcaíno, que se vistió de corto el fin de semana en Butarque y disputó los 90 minutos con normalidad en el flanco izquierdo de la defensa en lugar de Kevin y luego de central, no se ejercitó el lunes por molestias en la zona, síntomas que no hacían presagiar nada bueno. De hecho, la resonancia a la que fue sometido arrojó el diagnóstico definitivo de la lesión, que le dejará en el dique seco alrededor de diez días. Su reaparición en el próximo partido, contra el Celta en Anoeta, es una incógnita.
El poder de la casualidad
Iñigo Martínez se perderá el domingo, irremediablemente, el octavo partido de Liga esta temporada. Más allá del dato, la casualidad ha querido que el defensa deba ausentarse esta vez en la cita contra el equipo que planeó sobre su futuro el pasado verano, cuando pareció estar cerca de recalar en la ciudad condal en una operación que parecía muy cerca de materializarse.
Muy del gusto de Valverde, Iñigo estuvo en la órbita del Barcelona hasta el punto de que su incorporación se dio prácticamente por hecha. Sin embargo, el radar de Can Barça acabó apuntando hacia Yerry Mina, próximo a aterrizar en el Camp Nou ahora.
Eusebio, al rincón de pensar
Por de pronto, con la baja de Iñigo Eusebio se va a ver forzado a darle otra vuelta de tuerca a su entramado defensivo, que ya tocó contra el Se villa, en la cita quedes pidió 2017 y a Carlos Vela, poniendo a Iñigo en el lateral izquierdo, experimento que repitió en Leganés.
Con la baja del central, las opciones para esa banda izquierda se reducen drásticamente, en cuanto a que un renqueante Kevin asoma como única y exclusiva opción para esa demarcación. El de Baiona, que arrastra dolores de espalda desde hace unas semanas, una dorsalgia en términos médicos, ya se ha perdido las dos últimas citas por ese motivo pero la precaución va a tener que dar paso a la urgencia.
De la Bella, el otro lateral izquierdo de la plantilla, continúa entre algodones desde que arrancó el nuevo año. El de Santa Coloma está tratando de alcanzar el ritmo de competición junto a Carlos Martínez, otro defensa que no ha empezado 2018 con buen pie