“Se lo prometí a mi hijo pequeño”
Los aficionados de la Real agraciados con las entradas para el partido de Salzburgo comenzaron a recoger ayer las localidades en Anoeta
La afición de la Real tiene ganas de viajar a Austria para ver al equipo. Es lo que se desprende de la imagen que tenía la taquilla de Anoeta minutos antes de las diez de la mañana de ayer, hora en la que se levantó la persiana para empezar a repartir las 800 entradas para el partido de ida de dieciseisavos de final de la Europa League, duelo que se jugará el 15 de febrero contra el Red Bull Salzburg (19.00 horas).
A pesar de que poco importaba ser el primero en la cola, porque las localidades quedaron asignadas hace escasas fechas mediante solicitud al club, con una demanda que ha superado ampliamente la disponibilidad de papel, algunos de los agraciados madrugaron para acercarse a Anoeta.
Es el caso de Patxi, donostiarra que recibió un obsequio navideño por parte de la familia. “Es mi regalo de Reyes”, confesaba. Como muchos, llegará a Salzburgo vía Múnich, en un viaje que arrancará el mismo día del partido y llegará a su fin el sábado. “No es el primer desplazamiento de este año porque ya estuvimos en Noruega y Rusia. Nuestra intención es tomar unas cervezas por allí, ver el partido y pasar la jornada del viernes en Múnich”. Se resiste a perder el ánimo y confía en el buen de hacer de la Real en Europa: “Ya es hora de ganar aunque creo que lo haremos justito, como sucedió en Trondheim”.
Hay quien se deja arrastrar por la familia. Como Jaione, una donostiarra “con un marido forofo” que ya es habitual en los desplazamientos ligueros, sin ir más lejos estuvieron en Butarque. “Mi marido y mis hijos ya disfrutaron en Manchester y Lyon”. Esta vez toca hacer un viaje de pareja, ya que “aprovecharemos para estar unos días y conocer toda la zona”.
Presente en la liga de Gijón
Adolfo Eceiza es un donostiarra que vivió ‘in situ’ la consecución de la Liga en El Molinón y la final de Copa en Zaragoza, entre otros hitos. Reconoce que “le prometí a mi hijo pequeño de 16 años que, si la Real superaba la primera fase, iríamos a cualquier desplazamiento, salvando algunos casos concretos por la lejanía o las características de la afición rival”. Nada más conocerse que el destino sería Salzburgo, se puso manos a la obra, ya que sin ser asiduo en las expediciones sí que le gusta estar presente en sitios y momentos específicos. “Si conseguimos pasar este cruce, iremos a todos los demás para que mi hijo, como yo, pueda vivir momentos históricos de la Real”, confiesa.
El periplo hasta Salzburgo supondrá el debut de esta temporada, aunque la ciudad austriaca no es desconocida para Adolfo. “Coincide que hace dos años pasamos una semana por esa zona. Es un destino muy atractivo aunque no sé si el frío puede ser un hándicap. Es una ciudad agradable que se recorre muy fácil y tiene precios razonables. Cuenta con una gastronomía propia de la zona con estilo bávaro”.
Sobre el momento que atraviesa las Real y las posibilidades de éxito en Austria “quiero pensar que son fases diferentes, que el chip es distinto en esta competición. Nuestra única esperanza es llegar lo mas lejos posible en un torneo que han ganado equipos como el Sevilla, algo impensable en la Liga con el dominio de Real Madrid y Barcelona”