Un peligro al cuadrado
González González, el árbitro en activo que más escándalos ha provocado contra la Real siempre a favor de los grandes, designado ante el Barça
La necesidad con la que la Real acomete el duelo del domingo es notable y la dificultad de ganar al líder, aunque casi siempre o pierde o empata en Anoeta, es máxima. Por todo ello, en el club txuri urdin no ha sentado nada bien que para el duelo frente al Barcelona haya sido designado un árbitro como José Luis González González, el ponferradino de 43 años que presenta un historial de escándalos contra la Real, especialmente en sus partidos ante los grandes. Por deméritos propios, hace tiempo que tomó el testigo de Japón Sevilla y Medina Cantalejo como habitual castigador de la Real armado con silbato.
De ‘González al cuadrado’ se recuerdan algunos de los episodios arbitrales más sangrantes de la última
década. Sí, es el que no pitó ni falta en la acción en la que el portero del Eibar Zigor rompió la tibia y el peroné de De Cerio, el del penalti no pitado a Vela en el Camp Nou en las semifinales de Copa, el del escándalo del Bernabéu el día de la lesión de Agirretxe y Canales o el que se hizo de cuerpo para no echar a Messi el año pasado en Anoeta.
El caso es que el bagaje total de la Real cuando le ha pitado este polémico trencilla no es especialmente malo: en 23 partidos, ocho victorias, seis empates y nueve derrotas. Este balance se envenena al reparar en las tarjetas a los realistas: 57 amarillas y ¡cinco rojas! El primer encuentro que pitó a los txuri urdin ya fue premonitorio: la derrota (0-1) ante el Poli Ejido en el tercer partido en Segunda. A partir de ahí, ha habido de todo, pero cuando ha tenido que decidir encuentros, ha sitomar
do en palmario perjuicio de la Real.
Casi pasa por encima de Lillo
Aquel 8 de noviembre de 2011, no vio el patadón de Zigor Goikuria cuando De Cerio intentaba filtrarle el balón entre las piernas. Anoeta montó en cólera sobre todo cuando expulsó a Carlos Martínez, que estaba en el banquillo. La botella que iba dirigida a él golpeó en la cabeza de Lillo, que nunca le perdonó que suspendiera el partido y fuera el primero en salir del césped, a la carrera, sin interesarse por el técnico
herido.
Por su parte, no se recuerda un arbitraje más tendencioso que el que perpetró el 30 de diciembre de 2015 en el Bernabéu. No quiso ver los penaltis de Keylor a Agirretxe, de Pepe a Jonathas o del brasileño a Yuri y se inventó dos a favor del Madrid de vergüenza a ajena. Fue tal el latrocinio, que Aperribay bajó al vestuario del Madrid al descanso y le profirió: “Esto es una vergüenza, habéis venido aquí a robarnos el partido. Os voy a poner una querella a la policía”.
El domingo pitará a la Real contra el Barça cuando en dos ocasiones favoreció nítidamente a los culé saltándose el reglamento por los aires. 5 de febrero de 2014. Ida de las semifinales de Copa. Camp Nou. La Real aguanta con 0-0 ante el Barça y, justo antes del descanso, Vela encara a Pinto. Antes de chutar, recibe un agarrón de Mascherano que condiciona su disparo. Todo el coliseo culé esperaba el penalti y la expulsión del argentino. Nada de eso llegó. Sí echó unos minutos después a Iñigo, que le espetó: “¡Vete a
por culo!”.
Más reciente en la memoria está otro duelo copero ante el Barça, pero en Anoeta, el 19 de enero del pasado año. Con amarilla, Messi impidió el saque rápido de una falta por parte de Illarra, pero el árbitro no se atrevió a echarle. También pudo sacar roja a Neymar, ya amonestado, por patear a Aritz, pero no se atrevió. Además, pitó un fuera de juego de Zurutuza, que se quedaba solo aunque falló el control, que estaba tres metros habilitado.
Peligro al cuadrado en Anoeta