El Barça se queda congelado en Kaunas frente al Zalgiris
El conjunto de Jasikevicius dominó con mucha claridad al combinado de su ex entrenador Pesic gracias a su mayor deseo e intensidad
La necesidad fue el factor que definió el partido. El Zalgiris Kaunas se jugaba mucho, ya que precisaba la victoria para aumentar sus opciones de estar entre los cuatro primeros de la Euroliga, mientras que el Barça sólo luchaba por su orgullo y su imagen –ya no tiene opciones de playoff–, con el factor añadido de que tenía que jugar en 24 horas en la cancha del UCAM Murcia en la Liga Endesa y sabía que le convenía reservar fuerzas.
Todo eso se reflejó enormemente en la pista y a la hora de la verdad no hubo realmente partido, ya que el equipo lituano pasó con bastante facilidad por encima de los azulgrana (90-74), que se quedaron congelados, como si la temperatura a esa hora en Kaunas (-15 grados) le hubiera afectado. Una lástima.
El duelo, al menos, permitió confrontar los estilos de juego del equipo de Svetislav Pesic y el de Sarunas Jasikevicius, dos entrenadores que podrían estar la próxima temporada sentados en el banquillo del Barça. Cada uno con su ‘librillo’ y cada uno con sus diferentes sistemas, pero también con sus puntos en común. Por ejemplo, decía el técnico serbio en la previa medio en serio y medio en broma que Saras había aprendido la diferencia de la defensa “un poco tarde”, pero lo cierto es que el técnico lituano ahora tiene clarísimo ese aspecto y no es casual que dejara al combinado barcelonista en 50 puntos anotados en los tres primeros cuartos, momento en que ya dominaba por 20 de diferencia (70-50) y ya se dedicó a intercambiar canastas. Eso y lo bien que comparte el balón el Zalgiris (24 asistencias) son aspectos que llaman la atención del equipo de Jasikevicius, que seguramente está sacando esta temporada muchísimo rendimiento a una plantilla con ciertas limitaciones.
Como ocurre muchas veces, las estadísticas no mienten. El Barça sólo capturó un rebote ofensivo en la primera parte (por 7 de su rival), sólo recuperó tres balones (contra 11), sólo hizo 20 tiros de campo (contra 33) y no hizo ningún punto de contraataque, mientras el Zalgiris lograba 11 tras balón perdido en esos primeros 20 minutos. Son datos bastante elocuentes que reflejan lo que era obvio: el equipo lituano jugó con mucha más intensidad.
El equipo azulgrana resistió sólo en el primer cuarto y ya en el segundo comenzó a ceder terreno, especialmente cuando Adam Hanga y Adrien Moerman se fueron al banquillo lesionados y ya no volvieron a participar. Tras lograr un +13 (44-31), el Zalgiris siguió jugando al máximo de revoluciones, defendiendo a tope y con total concentración, lo cual hizo que la diferencia se estirara hasta una máxima renta de +21 (86-65) en el minuto 37.
El Barça, en definitiva, no apareció. Desde la Copa del Rey lleva dos partidos sin hacerlo, se espera que comparezca este sábado en la pista del UCAM Murcia.