No hay medidas en caliente
El Consejo ni se reunió ayer ni prevé hacerlo hoy para abordar la situación de Eusebio
Nadie puede asegurar a día de hoy que Eusebio Sacristán vaya a sentarse en el banquillo de la Real Sociedad en el próximo encuentro liguero, el que medirá a la escuadra txuri urdin con el Eibar en Ipurua dentro de dos semanas. La sensación de que el club está perdiendo el tiempo con el entrenador lasecano comienza a ser general y es evidente que la confianza que tenían en él el Consejo y la dirección deportiva se ha ido erosionando a marchas forzadas, especialmente desde que comenzó este 2018. De haber existido alguna alternativa sólida en el mercado, quizá el pucelano no seguiría siendo el entrenador de la Real, a pesar de que su contrato finaliza en 2019.
El caso es que los mandamases de la Real no quisieron tomar ninguna decisión ni medida en caliente tras el encuentro de ayer, especial porque fue el primero en el que Anoeta se pronunció y pidió la cabeza del director deportivo. Ni se reunieron anoche ni tienen previsto hacerlo hoy, pero sí se plantean reflexionar sobre la situación de un entrenador que no va a seguir la temporada que viene.
Claro que para buscarle un sustituto,
la persona elegida suele ser Loren, aunque en algún caso como el de Moyes fue el presidente el que lo designó. Y el director deportivo fue la persona señalada por el respetable de Anoeta, el centro de las iras de un aficionado hastiado. Aperribay nunca ha cuestionado al de Mambrillas de Lara y siempre ha enjuiciado muy positivamente su trabajo, pero quizá la primera reflexión o decisión debería girar en torno al máximo responsable deportivo de la entidad.
Quedan nueve partidos y dos meses para que finalice la Liga y la Real ni va a aspirar a Europa ni va a bajar en Segunda División porque lo normal es que los tres de abajo ni siquiera lleguen a los 33 puntos que tienen ahora los txuri urdin. Por eso, la directiva se debate entre permitir que Eusebio termine la temporada aunque no vaya a seguir o construir el futuro desde ya contratando al nuevo entrenador antes de tiempo o buscar un interino que sirva de puente