Más estrellados que estrellas
Los fichajes defectuosos y ramplones han prevalecido sobre los que han brillado en la libreta de Loren, que ha tenido a siete entrenadores
De Boukary Dramè a Miguel Ángel Moyá, primer y último fichaje de la ‘era Loren’, han trascurrido infinidad de acontecimientos. En nueve años han prevalecido los fichajes ramplones, alguno de ellos rozando el esperpento, sobre los aciertos. El director deportivo más duradero de toda la Primera División actual ha tenido bajo su mandato a siete entrenadores, o sea que por tiempo, tampoco es que se haya casado con ninguno.
El gasto en fichajes asciende a 94,7 millones de euros. No es que haya sido un dinero completamente amortizado. El cargo de Loren es de facto responsable, pero más si cabe teniendo en cuenta que la Real es un club con una idiosincrasia cuya buena salud depende mucho del ojo clínico que exista para el mercado de fuera. La cantera es la base, por lo que es preciso dar con la tecla alternativa.
Loren no ha convencido en casi una década.
La Real ha logrado un ascenso a Primera División (2010) y se ha clasificado en tres ocasiones entre los siete primeros en los últimos cinco años. Una época de bonanza que no ha apartado a Loren del disparadero de la crítica. Algunos movimientos hacían del recelo una reacción inevitable.
Dramè, Necati, Jonathan Estrada, Franck Songo’o,
Jeffrey Sarpong, McDonald Mariga o Alfred Finnbogason son nombres y apellidos que están en la memoria colectiva de la familia txuri urdin. Protagonistas relacionados con criterio cuestionable del director deportivo para fichar, pensando en que la Real siempre ha de tener foráneos que marquen la diferencia sobre el campo. Ninguno de los referidos estaba capacitado para lograrlo.
Hubo otros casos que no fueron lo que prometían. Joseba Llorente volvió a Anoeta con Loren al mando del departamento deportivo y en calidad de hijo pródigo. Costó dos millones y medio y marcó cinco goles en 18 partidos antes de lesionarse de gravedad. Haris Seferovic dejó destellos de buen delantero, pero era tan díscolo que no cuajó (4 goles en 40 encuentros). Esteban Granero fichó por la Real con un halo que nunca paseó con la elástica guipuzcoana. Nada más se rompió la rodilla y a su regreso, el fútbol le rebasaba en velocidad e intensidad.
Willian rompe el maleficio
La Real ha fichado dos veces a Carlos Vela durante la etapa de Loren Juarros. Primero arribó cedido en 2011, cuando era una rutilante promesa del Arsenal. Un año más tarde, el club de Anoeta acometió la compra del 50% de sus derechos por 3 millones y en 2014 tuvo lugar la contratación definitiva. El club abonó 11 millones por el 50% restante. Este pasado mercado de invierno se marchó como un héroe, habiéndose erigido en un extranjero ejemplar para la Real, tanto por condiciones como por profesionalidad. Es el máximo valor de Loren. Sin ninguna duda.
Sería inmerecido olvidarse de algún otro. La Real cazó a un Yuri Berchiche que estaba en pleno auge con el Eibar. El lateral zurdo exaterrizar plotó en Anoeta hasta que se fue al PSG. Además, Juarros se desquitó de su maleficio para atar delanteros centros con Willian José, un magnífico futbolista que llegó a la Real con dudas en el ambiente.
Loren ha compartido estancia en la Real como director deportivo con siete entrenadores: Juanma Lillo, Martín Lasarte, Philippe Montanier, Jagoba Arrasate, Asier Santana, David Moyes y Eusebio Sacristán