LANDA SE QUEDA A MEDIAS
El de Murgia se lanza con todo, pero no le sirve para desbancar a un Roglic que hace una defensa titánica Ion Izagirre completa el podio y el de Murgia también es segundo en una etapa ganada por Mas
El asalto a la txapela únicamente se podía dar por la vía de la épica. Movistar y Mikel Landa pusieron todos los ingredientes en la cazuela, pero no pudo ser. Primoz Roglic aguantó todas las embestidas e hizo valer la diferencia con la que se presentó en la última etapa para subir a lo más alto del podio en la Itzulia. El de Murgia se quedó a medias. Fue segundo en la general y segundo en el Santuario de Arrate. Ni siquiera hubo consuelo con un triunfo parcial. Se impuso un extraordinario Enric Mas. El podio lo completó Ion Izagirre. Doblete euskaldun.
Roglic abrió brecha en Zarautz y en la crono de Lodosa asestó un golpe definitivo. Landa tenía que remontar un muro de casi dos minutos en la jornada final. Al alavés le gustan los retos, pero este era para superhéroes. El del Lotto Jumbo estuvo implacable. Luchó incluso contra las adversidades. Y es que se fue al suelo en los primeros kilómetros del día. Se vio a un minuto de un pelotón que esta vez no esperó a nadie y tuvo que darse un buen calentón para conectar. Fue renqueante durante toda la jornada y cruzó la meta cojeando. Sin embargo, la adrenalina de la victoria anestesiaba el dolor.
Labor coral de Movistar
Eran 122 kilómetros explosivos, con ocho puertos. La lluvia también apareció. Agua, suelo deslizante, carreteras estrechas, velocidad y tensión. Un cóctel peligroso. Hubo codazos para armar la fuga. Mucho color en las posiciones iniciales del grupo principal, pero ninguna organización. Al final, 14 hombres lograron hacer camino: Verona, Geoghegan, Hansen, Mühlberger, Rojas, Enric Mas, Betancur, De Gendt, Hamilton, David López, Gorka Izagirre, José Herrada, Madouas y Zakarin. Movistar preparaba el terreno, al igual que el viernes. Había filtrado a dos hombres.
Hubo toque de corneta de la escuadra navarra en Elgeta. No estaban dispuestos a que Roglic se relajara. Si atisbaban el mínimo resquicio del esloveno, se lanzarían a la yugular. El cielo daba una tregua. Una bendición bajando.
Trek aumentó la marcha en la previa de Izua pensando en Mollema. Por delante se quedaron De Gendt, Verona, Enric Mas y Mühlberger. Por detrás comenzó la batalla. Landa pensó a lo grande. Quería el amarillo y aceleró en el último tramo de la ascensión a Izua. Respondieron Roglic, Ion Izagirre y Quintana. El colombiano también movió ficha. Volvió a contestar el esloveno. Salía a todas. O no está muy acostumbrado a verse en el papel de líder o iba súper. Probablemente un poco de ambas.
Movistar lo intentaba sin importar el terreno. Rojas, que estaba haciendo de puente, se descolgó y apretó camino de Urkaregi. Los hombres de José Luis Arrieta lo buscaron por activa y por pasiva. Formaban el equipo más fuerte y cumplieron agitando el cotarro hasta donde fue posible. Porque a Roglic no se le veían costuras.
Los favoritos se presentaron juntos en la subida a Matsaria. El esloveno se pegó al de Murgia. Nairo saltó. En la escapada, Enric Mas se lanzó en solitario a por la etapa. Landa pegó el hachazo a cuatro kilómetros para acabar. Seguramente pensando en la victoria parcial. La txapela estaba imposible. Roglic se lo tomó con filosofía. No se cebó y jugó con los casi dos minutos que tenía de ventaja.
Hasta vaciarse
El alavés alcanzó a Nairo y los del Movistar trabajaron a dúo en un tramo de hormigón durísimo. El esfuerzo de la semana pesaba. Ion Izagirre lo intentó, pero no pudo seguirles. Landa arrancó y se fue con todo a por Enric Mas. El mallorquín tiene clase para aburrir. Es muy
bueno y va a ser top mundial. No sería extraño que en poco tiempo se enfunde una txapela en País Vasco. El del Quick Step resistió con una ventaja de 15 segundos al coronar Usartza y después aguantó en el terreno favorable.
Landa le veía, pero no era suficiente. Mas tuvo tiempo incluso para degustar el triunfo en meta. El alavés entró sin dar pedales. Vacío y probablemente frustrado. Hizo todo lo que estuvo en su mano, sin embargo no bastó. Se quedó a medias en sus dos luchas. Roglic ha demostrado ser el hombre más fuerte en la Itzulia y la txapela pone rumbo a Eslovenia de forma justa