Al son de Oyarzabal

No pudo tener un mejor estreno Imanol Alguacil en Anoeta. Victoria ante uno de los equipos revelación del campeonato y sin sufrimiento ninguno. El partido quedó casi visto para sentencia en el primer tiempo gracias a los goles de Canales y Januzaj. Incluso la diferencia pudo ser mayor si Moreno no llega a fallar lo infallable. Tampoco hizo falta el tanto del mexicano. Ahí estaba Mikel Oyarzabal para poner la sentencia a falta de 20 minutos para el final. Y todavía hubo tiempo para dos goles más, de Oyarzabal otra vez, y de Juanmi tras sendas asistencias de Zurutuza. Por cierto, que jugadorazo el de Eibar, por favor. Su importancia, ya no solo por sus condiciones futbolísticas, si no también por lo que representa, su espíritu combativo, es capital en este equipo. Ni tan siquiera la lesión de Moyá enturbió un partido muy completo de los txuri urdin de principio a fin. Ni el mallorquín primero, ni Toño, que por cierto se llevó una de las ovaciones de la tarde -la otra fue para Pardo- se mancharon los guantes, señal inequívoca de la seriedad con la que afrontó el duelo la Real. Y en ese trabajo defensivo mención especial para Aritz Elustondo, intenso en todas y cada una de las jugadas en las que le tocó intervenir. De hecho, una presión suya en el área rival propició el 3-0 de Oyarzabal. Dijo Imanol en la rueda de prensa previa al partido que “la responsabilidad era máxima”, un mensaje que por lo visto caló en la plantilla, que salió muy concienciada al terreno de juego, no dando ni una opción al equipo de Machín, desesperado por la inoperancia de los suyos en muchas fases del encuentro, algo en lo que tuvo que ver, y mucho, un conjunto en el que no se notaron las importantes bajas se Odriozola, Illarramendi, Prieto y compañía. No hizo ninguna falta su participación. Ayer la Real se bastó ella sola para lograr la goleada de la temporada y hacer que Anoeta pudiera vivir una tarde apacible. Tanto que despidió a sus jugadores brindándole una gran ovación