De la grada a ponerse el brazalete
Imanol recupera al riojano, titular por primera vez, capitán y asistente en el 2-0
Por momentos parecía que Rubén Pardo llevaba el dorsal 27 y que era el recién llegado que aportaba esa frescura siempre tan agradecida cuando existe la sensación de que algo caduca. Autor de un partido aseado, hubo fases en las que el riojano dio la impresión de no acusar el ostracismo al que ha sido sometido.
Fue la noticia de la tarde: Rubén Pardo, el jugador de campo menos utilizado con Eusebio, era titular en el segundo partido con Imanol Alguacil al comando de la nave. Hay hechos que hablan por sí solos y la conclusión más clara es que el de Rincón de Soto tendrá más protagonismo con el oriotarra.
27 minutos había jugado en Liga Pardo hasta los 63 que computó ayer. Este relego no ha querido decir que la gente se ha olvidado de su figura, toda vez que es muy popular desde que subió al primer equipo. Ya sea porque deslumbró cuando empezó, ya fuere porque su deterioro en la cuota de pantalla ha sido pronunciado en grado sumo.
Resulta que Pardo fue el capitán del equipo en su primera intervención como titular en todo el Campeonato. Al margen de los galones que pueda portar en el vestuario, cumplió con la responsabilidad de cumplir el expediente en un centro del campo insólito, un poco más adelante que Zubeldia y paralelo a Canales.
No sólo carburó con serenidad y temple en la zona ancha, sino que el novedoso portador del brazalete participó activamente en la goleada. Y además tuvo la virtud de entrar en juego en un momento clave: cuando todavía quedaba el asunto por resolver, es decir, con 1-0 en el marcador. Pardo sirvió en bandeja el gol a Januzaj, trazando un pase entre los resquicios centrales de la defensa rival. Buena asistencia.
La pregunta puñetera
Se replanteará el club la idea que tiene de fichar un entrenador para el año que viene?
Ovacionado
Por si hubiera alguien en el campo que estuviera pensando que Pardo estaba pasando desapercibido, el centrocampista ya había dado señales con el profundo envío a Januzaj. Ya había contribuido.
Imanol Alguacil rescató a Rubén Pardo de una tesitura que se estaba tornando para el futbolista en algo muy parecido a un tormento: carne sistemática de grada, fuera de las convocatorias por decreto, en el último lugar de las preferencias en el ideario de un entrenador. Sólo conoce él lo que habrá sufrido, pero seguro que ahora se despierta con otro talante. Con la esperanza de quien observa un paisaje primaveral cuando se asoma a la ventana. La gente le recibió con modales ejemplares y salió ovacionado en el minuto 68.
Tres avisos de Zurutuza
Con el triunfo a buen recaudo y habiéndose asociado en primera persona con la obtención de los tres puntos, Pardo no bajó la guardia y, sin alardes deslumbrantes, continuó en la línea de hacer un partido digno.
Faltaban 20 minutos más la voluntad para el final y Zurutuza sustituyó a Pardo. El titular por el repescado. Con tres pases de gol, el pelirrojo recordó a su compañero que el fútbol no perdona y que siempre hay camino por recorrer