EL BARÇA 2019
Fàbregas, Möller y Petrus son los tres fichajes y el club tiene encarriladas las renovaciones de Entrerríos y Gómez La reaparición de Lasse Andersson y el esperado salto de calidad de Aron Palmarsson, otros factores del equipo
Nunca antes había ganado tan pronto la Liga ASOBAL –con seis jornadas de antelación– y nunca antes había quedado KO tan pronto en la Champions, en octavos de final. Sirvan estas dos realidades para reflejar la situación del Barça Lassa de balonmano, cuya eliminación ante el Montpellier le condena a cierto vacío hasta el final de la presente temporada.
Igual que sucede en el fútbol por la estrepitosa caída en Roma, la depresión por el tropiezo europeo es evidente, pero la Copa del Rey (4-6 de mayo) y otros alicientes más sugerentes para el futuro animarán los próximos meses, léase la oficialización de los tres nuevos fichajes (Ludovic Fàbregas, Kevin Möller, Thiagus Petrus), dos renovaciones muy deseadas (Raúl Entrerríos, Aleix Gómez), la reaparición de Lasse Andersson –será como la cuarta incorporación tras más un año de baja– y el esperado salto de calidad de Aron Palmarsson, Jure Dolenec y Yanis Lenne en su segundo año en el Palau.
En definitiva, el Barça 2018-2019 tiene mejor pinta que el actual para intentar el asalto a la ‘Décima’ Champions, el gran reto de cada curso. El vestuario azulgrana ha vivido esta temporada condicionado por más lesiones y, si no hay tantos contratiempos, el equipo debería aspirar sin complejos a un título que se le resiste desde 2015, también por el creciente potencial de otros grandes rivales.
Sin excusas
“Independientemente de las lesiones y otros factores, nosotros no podemos buscar excusas. Cuando hablamos de estas cosas, influye todo, pero nosotros no tenemos que decir eso. No hemos estado a la altura que teníamos que haber estado y ya está, probablemente porque el Montpellier es también muy bueno y nos obligó a un nivel que no fuimos capaces de alcanzar. Las lesiones forman parte del deporte”, explica Xavi Pascual.
“Digerir bien lo de Montpellier es imposible, pero no queda más remedio que digerirlo, aguantarse e intentar volver más fuertes el año que viene”, añade el técnico con visión de futuro.
En esa tarea anda el club, que tiene bien encarrilada la renovación de
Raúl Entrerríos hasta 2020, cuando se retiraría para incorporarse a la estructura técnica, y Gómez (hasta 2021), nueva joya de la cantera cuyo despegue es una feliz noticia. Sin embargo, la campaña 2017-18 empezó torcida con la recaída de Andersson, que obligó a adelantar la llegada de Palmarsson previo pago del millón de euros al Veszprem.
El central islandés es una figura mundial, pero no hizo una pretemporada adecuada y su adaptación ha sido lenta. Los destellos vistos de su verdadera calidad deberían ser regulares para convertirle en un pilar del Barça.
Jallouz es otro jugador que debería recuperar su excepcional nivel de antaño. Además de su conocida lesión de tibia, el tunecino sufrió una infección que le dejó muy debilitado al empezar la pretemporada –perdió más de 10 kgs– y lo ha arrastrado todo el año. Él es un jugador que depende mucho de su físico y, si lo tiene, su confianza crecerá para bien del equipo.
En ese contexto complicado de lesiones, los titulares han tirado del carro, pero la aportación de la segunda unidad ha sido escasa en general, lo que se ha traducido en los resultados y mayor fatiga para Entrerríos, Mem o N’Guessan por citar los baluartes de la primera línea, la que mueve de veras el equipo. Gómez y Ariño sí han estado a la altura como extremos suplentes.
Los nuevos fichajes y mejores versiones de otros jugadores invitan al optimismo para la próxima temporada, ya sin Viran Morros (PSG). Ristovski, que la prensa portuguesa sitúa en el Benfica, y Borges, cedido por el Porto, serán las otras bajas si no varía el plan previsto
MEJORES VERSIONES Tras las lesiones, Dolenec y Jallouz deben elevar su nivel
LA SEGUNDA UNIDAD El Barça necesita que los suplentes aporten más que este año