Premio gordo para los más listos
Elia Viviani logró una incontestable victoria al sprint en las calles de Tel Aviv mientras Rohan Dennis es el nuevo líder y hoy última etapa en Israel
En la vida, en el deporte, la inteligencia y la picardía, el saber estar, también tienen premio, no sólo la fuerza, y lo ocurrido ayer en la segunda etapa del Giro de Italia en Israel fue una buena muestra de ello. A priori, la etapa entre Haifa y Tel Aviv, de 167 kilómetros, tenía colgada la etiqueta de transición, una jornada en la que los favoritos guardarían las formas y donde los sprinters tenían mucho que decir, como así fue. Elia Viviani (Quick-Step) lograba una victoria de clase al sprint en un caótico final , con unas curvas delicadas y con el asfalto en mal estado, que a punto estuvo de ocasionar algún que otro disgusto, como a Tim Wellens cuando lo intentó a falta de dos kilómetros. El de Lotto-Soudal a punto estuvo de irse al suelo al pasar por encima de un paso de peatones.
Quizá la no presencia de los mejores sprinters del pelotón internacional en el Giro de Italia –Kittel, Kristoff, Greipel, Cavendish, Démare...– favorezca el cierto descontrol que se produjo ayer al final de carrera. Un descontrol que perjudicó a QuickStep, que no pudo montar su tren para que subiera Viviani. De hecho, el italiano pasó en la última curva muy retrasado, hacia el 15º, pero supo progresar por un lado y hacerse un hueco. Y, en el momento clave de la etapa, Viviani se benefició del ataque de su compatriota Jakub Mareczko (Willier Trestina), que se vio con fuerzas para intentarlo. Mareczko lo intentó, llegó a verse en la pole, pero sin querer le sirvió en bandeja la rueda a un Viviani que no la desaprovechó. Lograba así Viviani su segunda victoria en el Giro después de la Génova en 2015, y daba a su equipo el 28ª triunfo de la temporada. Estuvo listo el de QuickStep en la acto final, pero no lo estuvo en el intermedio, donde BMC y Rohan Dennis estuvieron mejor.
BMC tiró con todo para neutralizar la fuga del día y trabajó de forma excelente para que Dennis pudiera disputar el sprint y así vestirse de líder. Viviani no estuvo bien secundado por su equipo y Tom Dumoulin (Sunweb) no quiso entrar en la disputa. De hecho, ya lo dijo el holandés tras ganar la crono inicial. Dudaban entre asumir el liderato o ceder esta responsabilidad a otros, y al final optaron por esta segunda opción. Y de esta forma, todos contentos, como también lo estaba el corredor italiano del Bardiani Enrico Barbin, que se dejó la piel encima de la bici para cruzar primero la única cota del día, de 4ª, Zikhron Ya’aqov, con rampas de hasta el 13%, esfuerzo que se vio recompensando con el primer maillot de la montaña.
Hoy, en el adiós del Giro a Israel, tercera etapa de la Corsa Rosa, una jornada ya más seria, de 229 kilómetros, entre Be’er Sheva y Eilat, con otra cota de 4ª categoría, Faran River en el kilómetro 127,8, en otro final diseñado para un sprint, en el que las rotondas finales y la última curva a 350 metros de meta marcarán el desenlace de la jornada