“NOS SENTIMOS LOS ÚLTIMOS DE LA FILA”
No tenemos capacidad para pagar un salario de cinco millones de euros. No perderemos la cabeza”
Nuestra tipología de contratos contempla salarios de Segunda División en unos casos, y en otros, de rescisión”
Es inconcebible que tengamos las instalaciones tan esparcidas: Atxabalpe, Iurreta, Unbe y el anexo”
Recibe a Mundo Deportivo en su despacho de Ipurua antes de una nueva reunión del Consejo. Amaia Gorostiza responde calmada a cada pregunta y enfoca su discurso en torno a la ciudad deportiva. Le da una importancia capital y resopla cuando piensa en el dinero que las instituciones están aportando a otras instalaciones vascas, a otros clubs.
¿A qué se dedica la presidenta durante estos días?
A conformar de nuevo el equipo, a cuadrar presupuestos, estar pendiente de las obras, remodelaciones… Siempre hay discusiones o reuniones con instituciones… Esto, al final, es una empresa. Y una empresa no para.
¿Cogerá vacaciones este verano?
Hombre, ¡espero poder! (Ríe con simpatía). Aparte del Eibar, tengo mi trabajo adicional, muchas veces se solapan y espero cogerme un par de semanas, desde finales de julio hasta que empiece la Liga (17-18 de agosto).
En unas semanas tendrán que presentar a LaLiga un boceto del presupuesto 18/19, de donde sale el límite salarial. ¿Qué margen tendrá el club para fichar?
Poco. Estamos limitados, como otros muchos equipos de la Liga. Se está produciendo una gran burbuja. Incluso jugadores de Segunda División, nuestro caladero natural, están en salarios bastante elevados. Esta inflación viene por el dinero que han invertido otras competiciones, europeas y no europeas. Nuestro margen de actuación se está reduciendo porque no tenemos nada en propiedad pero no podemos perder la cabeza: el objetivo principal es la permanencia y pasa por sacar chispas de lo que podamos encontrar en el mercado. No tenemos capacidad para pagar un salario de cinco millones de euros. Nunca entraremos en esa vorágine. Llegaremos hasta donde sea, siempre manteniendo la cuenta de explotación de la empresa.
¿Cómo se ve al Eibar desde fuera?
Con muy buenos ojos.
Gracias a jugar en la Liga, tenemos mucha visibilidad.
Si no fuera por la televisión, no nos vería nadie. No somos un club caro para publicitar y la exposición es muy grande. Existe un impedimento: hay empresas grandes que ya están en otras entidades y a lo mejor es un choque para ellas publicitarse con nosotros. Por otra parte, hay otras que nos dicen que se retiran del patrocinio. Hay un poco de todo.
¿Es sostenible en el tiempo la burbuja televisiva?
Si se confirmara la hipótesis, tendríamos que acomodar nuestras plantillas a los ingresos que tengamos. Reinventarse.
¿Los salarios de los futbolistas lo permiten?
Nuestra tipología de contratos contempla salarios de Segunda División en unos casos, y en otros, de rescisión. Cuando hacemos los presupuestos del primer equipo incluimos la variable de un escenario de descenso a Segunda.
¿La salida de Inui interrumpe todo el trabajo realizado en Japón?
No voy a negar que nos ha hecho daño. Se ha ido la figura de un trabajo que hemos hecho, pero que no quiere decir que se vaya a la basura. Hemos desarrollado en Japón la marca Sociedad Deportiva Eibar. Los contactos, la relación con el embajador y las empresas, todo es nuestro, no de Inui. Seguimos trabajando en ello. Japón es un país lento en cuestión de penetración, por su manera de ser, pero cuando has adquirido su confianza, entablas una relación de honor.
Hablemos de Ipurua. ¿Han estudiado los motivos por los que hay asientos vacíos aún cuando se cuelga el cartel de ‘no hay billetes’?
Es un tema que nos preocupa. Hay un determinado número de socios que ni viene ni libera su asiento. Es triste que no seamos capaces de llenar un campo con aforo para 7.000 personas. Me da pena y rabia porque más facilidades no podemos dar. Lo acusamos más que nadie por el tamaño que tenemos. Y luego hay otro matiz muy importante.
¿A qué se refiere?
La gente se ha acomodado a ver al Eibar en Primera División. Ahora se concibe como algo normal y ya no se ven tantas banderas azules y granates en los balcones de Eibar. Hay que recordarle a la gente que mantenerse cuesta muchísimo.
¿Puede el Eibar llegar a ser un club de cantera?
Estamos trabajando para dar servicio, conocimiento y transmisión de valores que ayuden al crecimiento de todos los chavales que juegan en los equipos de la base. Luego pueden salir, pero con los valores adquiridos aquí, con nosotros. Dando una enseñanza propia del club; el fútbol no es solamente el partido del fin de semana. Es educación, valores que en el Eibar tenemos muy arraigados. Inculcarlos es un éxito.
Antes no se cuidaba tanto este aspecto.
No había esta posibilidad. Ahora tenemos una estructura capaz de aportar este conocimiento y sería un error desaprovecharlo. Para desarrollarlo necesitamos unas instalaciones. Es inconcebible que tengamos las instalaciones tan esparcidas. Los dos campos de entrenamiento del primer equipo, en Atxabalpe y con un arrendamiento elevado; el del filial, que está en Segunda B, en Iurreta, en precario y con otro arrendamiento; la ‘Futbol Eskola’, en Unbe, con todos los niños apelotonados sin poder hacer un entrenamiento específico de porteros porque no hay sitio. No son condiciones para aglutinar las sinergias.
¿Cuál es el siguiente paso para crear una ciudad deportiva?
Nosotros tenemos los proyectos definidos, pero ocurre que no podemos publicitarlos. Queremos hacer una junta extraordinaria para que exista una votación de los accionistas. Hay un problema de terrenos en las ubicaciones. En una igual hay diez propietarios y en la otra, ocho. Hay que cerrar un compromiso de todos a una para comprar la ubicación de la que salga electa. Lo que no podemos es ir a una junta sin atar una posible recalificación.
¿Hay una previsión? ¿Se han marcado una fecha?
Yo dije que intentaríamos organizar una junta para primavera y no ha sido posible. Para julio no sé si lo será porque perdura la falta de acuerdo entre propietarios. Son cosas que pasan en proyectos de esta envergadura y no tenemos una varita mágica, ni un mazo, ni un garrote. No es plato de buen gusto para nosotros, pero es absolutamente normal que las cosas de administración, como las de palacio, vayan despacio.
…
A nivel de calle se está enfocando mal el tema. Nosotros exponemos la necesidad de construir unas instalaciones para entrenamientos. No nos olvidemos de que vamos a seguir jugando en Ipurua. Tanto el cuerpo técnico como la dirección deportiva han hecho un trabajo exhaustivo de todos los equipos que tenemos, de las horas de utilización que necesitamos, del aprovechamiento… Es un estudio hecho muy a fondo y se nos presenta porque necesitamos estar agrupados en una sola ubicación, con dos campos para el primer equipo, uno para el filial y otro para el resto. ¡Mínimo!
Esta premisa prácticamente elimina la posibilidad de que esté en Eibar, ¿no?
Es que no podemos permitirnos trabajar sólo con tres campos.
¿Cómo lo van a financiar? ¿Qué les comentan las instituciones?
Hemos hablado sobre las obras de la Tribuna Oeste y de palabra sí que parece que hay un compromiso, como con la Este. Hemos entregado un proyecto a Gobierno Vasco y Diputación de Gipuzkoa, pero sobre las instalaciones deportivas no tenemos ninguna noticia. Hemos tenido que rechazar esta temporada tres ofertas que nos han llegado desde el extranjero, pagándonos medio millón de euros, por venir aquí a hacer un campus. Con esas instalaciones deportivas, hubiésemos tenido ingresos adicionales netos, pero las hemos tenido que rechazar.
¿Y qué le parece?
Entiendo que tendremos que sentarnos para retomar este punto. Nos hacen sentir que somos los últimos de la fila. Y creo que no nos merecemos este trato.
El Gobierno Vasco ha aportado 7 millones al Alavés para la remodelación de su campo. ¿Es justo corresponder al Eibar ahora?
No me gusta hablar de obligaciones, pero creo que merecemos un respeto que no se nos está mostrando