El videoarbitraje marca la diferencia
Vaya final. En una de las primeras fases más igualadas de la historia de los Mundiales, el videoarbitraje está marcando la diferencia. No hay un estilo futbolístico que se imponga en Rusia. Ninguna selección ha irrumpido con un sistema innovador. Hay equipos que juegan muy bien al fútbol y selecciones que se han subido a la parra de las grandes, pero nadie ha sido capaz de establecer una marca registrada, implantar un sello novedoso o histórico. Por eso, este campeonato puede pasar fácilmente como el Mundial del VAR. Ayer, en dos partidos de infarto fue decisivo. Señaló el penalti con el que empató Irán y dio gol a un tanto anulado a Aspas que era legal. En esas dos jugadas, España logró ser primero de grupo y Portugal, segundo. Los iraníes de Queiroz se marcharon con lágrimas en los ojos y la sensación de haber jugado un buen Mundial.
Ahora, España tendrá en principio un cuadro más benévolo si se cumplen las previsiones de clasificación (puede pasar de todo). En principio la parte del cuadro de España tiene como primer rival a Rusia (mejor los rusos que los uruguayos) y después pueden estar Croacia, México o Bélgica. Mientras que en la otra zona se podían encontrar con Francia, Brasil, Alemania o Inglaterra. Especular ahora, sin embargo, es arriesgado, más teniendo en cuenta como va este campeonato de infarto que ha conseguido con el VAR ser más justo. Eso es ya hoy indiscutible. Hay problemas y habrá más, pero como primera experiencia mundial y puesta en marcha de forma natural, sin que se pueda manipular, a lo salvaje, sin experiencias previas en otro campeonato del mundo, el videoarbitraje está funcionando bien.
Resulta curioso que España se haya clasificado como primero de grupo con dos empates y solo una victoria por 1-0, pero la competición es así. Y ahora va a empezar otro Mundial para muchos. Pasada la primera fase las grandes selecciones que han sufrido, si se clasifican, podrán efectuar un reset y comenzar de nuevo sabedores de que nadie va a seguir sin dejarlo todo en el campo. Las grandes tienen jugadores impresionantes. Otras tienen buenos conjuntos. Pero los grandes futbolistas son los que ganan los partidos en los equipos que saben mantener el equilibrio