‘CNICHT’ SE LLEVA EL ORO
El pupilo de David Henderson firma una gran carrera bajo Montenegro y alcanza la gloria Magnífica actuación de un ganador que logra su primera Copa de Oro en su 50ª edición
Qué complicado es ganar una Copa de Oro. Son muchos los ejemplares, profesionales y entornos hípicos llamados a su influjo y muy pocos los que logran paladear el dulce sabor de su gloria. Algunos tendrán al mejor caballo, otros al mejor jockey, otros confiarán en que los astros les sean propicios en el día señalado.
Pero hay un factor que engloba a todos los anteriores, el profesional. Y ayer Roberto Carlos Montenegro, David Henderson y cómo no, el ejemplar laureado ‘Cnicht’, ofrecieron un master-class al respecto. La Copa de Oro tiene muchos quilates, pesa lo suyo. Y para alzarla hay que ser frío, eficiente y ejecutar cada movimiento en carrera con una intención.
La que tuvo Roberto Carlos Montenegro desde el salto de cajones. Tras una buena salida tuvo la opción de irse desesperadamente a por la punta sobre un caballo con anteojeras. Pero no. Esperó pacientemente a que ‘Shehab’, el a priori pacemaker del favorito ‘Hipodamo de Mileto’ cogiera la punta, para viajar cómodamente a su rebufo con el grueso del lote claramente detrás.
Llamaba la atención en el directo de la carrera la maniobra de la recta de enfrente de su jockey Montenegro. En una pista que aparentemente favorecía a los carriles interiores, lo abría con determinación al carril cuatro. Nada era lo que parecía, como le pasará al lector tantas veces en su vida. La aparentemente maniobra suicida era un mero respiro, nada más. ‘Cnicht’ ingresaba en la recta final con todo, en la caza del puntero ‘Shehab’. El tanque de reservas pulmonares estaba en niveles aceptables y se trataba de que los quisieran venir por detrás se encontraran con las máximas dificultades posibles. El oro siempre se vende caro y está hecho de pura esperanza, parafraseando a ese gran aficionado al turf que es Fernando Savater.
Montenegro sorprendió llevando a ‘Cnicht’ por el exterior de la pista
No reduce, aumenta
Y volvemos a la intención. Roberto Carlos Montenegro había logrado endurecer la carrera de manera que los rematadores no encontraran los necesarios argumentos a su favor. ¿Cómo lograr batir a un ejemplar que viaja en vanguardia y no reduce, sino aumenta su marcha en los últimos 150 metros de la carrera? Sencilla-
mente imposible.
Lo intentaba denodadamente el favorito ‘Hipodamo de Mileto’, pero no hubo manera. La carrera del favorito de la edición 2018 solo cabe ser señalada de magnífica, ofreciendo todo lo que tenía dentro. No había peros. ‘Hipodamo’ había superado el factor pista con un gran derroche de energía, derrapando incluso en la curva de Bugati.
Llegarán los triunfos al máximo nivel a su favor, salud mediante. Su preparador Jose Calderón confía, por múltiples motivos que le avalan y son obvios, en ello. Llegará la gran victoria. Pero ayer ‘Hipodamo’ se topó con un rival como ‘Cnicht’, que lograba aplicar a su favor todas las luces en verde que aparecían en su escenario de carrera.
Gran ‘Federico’
El honradísimo ‘Federico’ situaba en el podio a ese gran preparador que es Enrique León, reciente vencedor del Gobierno Vasco con ‘Noray’.
El mérito de Roberto Carlos Montenegro solo cabe ser calificado de enorme. Diríamos que el jockey vencedor ha sido el gran artesano del último laureado de la Copa de Oro a lo largo de muchas mañanas de galopes. Esos amaneceres en los que se trabaja, sueña y aspira a lo máximo. Montenegro lograba ayer su segunda Copa de Oro y algo mucho más importante: el pasaporte a ser considerado como un gran preparador en el futuro.
Su ejemplar, ‘Cnicht’, se llevó la primera Copa de Oro de su carrera, aunque puede que no sea la última, si la salud se lo permite. Tiene potencial para más. De momento, ha inscrito su nombre en los cuadernos de historia, abrazando la gloria en la 50ª edición ante un Hipódromo abarrotado
‘Hipodamo’ tenía tanta energía que derrapó en Bugati, pero no pudo con ‘Cnicht’