‘KONTXA GUADALUPEKOA’
Los remeros de Hondarribia y Zierbena se miraban a los ojos en el largo de ida como si se estuvieran retando a un duelo. Era el vaticinio de un fascinante cara a cara que se resolvió en las últimas olas. La ‘Ama Guadalupekoa’ metió la proa y se llevó la Bandera de La Concha, dejando a Zierbena a un segundo y 76 centésimas ayer y a 90 centésimas de la gloria en el cómputo general.
Perfectamente pudo pesar en los instantes decisivos el peso de la historia para abalanzar a la trainera guipuzcoana a su duodécima victoria en la bahía. A Zierbena, virgen en el palmarés más prestigioso, poco cabía achacarle pese a contar con 86 centésimas de lacónica renta desde 7 días atrás. Sí tuvo incidencia la maniobra que cada contendiente urdió en el largo de vuelta, vibrante, que acaparó la atención de todo el mundo.
Hondarribia trazó con algún sobresalto la ciaboga y el patrón, Ioseba Amunarriz, ordenó que el bote se dirigiera a estribor. A esa calle 5 que oscila entre la ficción y la realidad. Al abrigo de la isla Santa Clara, los de la comarca del Bidasoa encontraron el rumbo. Zierbena fue rectificando. Resistía desde el tercer carril, luego se desvió al cuarto y enderezó hacia babor a 400 metros. Los galipos metieron la proa a 350, preludio del bandazo ganador de Hondarribia. Un toma y daca superlativo que paralizó La Concha. En esta ocasión, como mandan los cánones: sin polémicas que pudieran levantar suspicacias aquí, filias allá y fobias acullá.
La naturaleza no interviene
Cinco años después de su último triunfo en La Concha, Hondarribia acreditó maneras de embarcación sólida, de primer nivel, fiable hasta el extremo. Ioseba Amunarriz ordenó una remada de fondo, de palada larga, la más conveniente en la bahía si la naturaleza no interviene en exceso, como ayer.
Con vientos que rondaban los 15 kilómetros a la hora y una ola discreta de 0,8 metros cada 8 ó 9 segundos, los remeros tenían todo el derecho a imponer su criterio sobre una mar sólo un tanto sucia
Hondarribia mete la proa para llevarse su duodécima Bandera de La Concha por 90 centésimas Fascinante pulso entre el ganador guipuzcoano y Zierbena que se decide en las olas finales del largo de vuelta Urdaibai se luce en la tanda de consolación y se impone en la segunda jornada por delante de un notable Orio
cerca de las balizas exteriores. Zierbena imitó a la ‘Ama Guadalupekoa’ y tiró de artillería progresiva: sin prisa pero sin pausa. Las leyes de la alta competición dictaron sentencia, por aquello de que sólo puede ganar uno, y proclamaron que La Concha se desplazaba a los dominios de Guadalupe.
Urdaibai y Orio se lucen
Como estaba previsto, el segundo domingo se quebró en dos mitades. Antes de que Hondarribia y Zierbena se jugaran el tesoro, la tanda de consolidación abría la posibilidad a la honorífica victoria parcial. Y se la llevó Urdaibai, que remó con rabia, orgullo y poderío. Los ‘txo’ aniquilaron el resto de marcas y vencieron de calle en la segunda jornada, secundados por el resurgimiento de Orio. Los de Salsamendi fueron segundos ayer y terceros en la clasificación final. Bermeo perdió la Bandera por la sanción impuesta por el choque de palas del primer domingo.
El mayor damnificado por los arrebatos de Urdaibai y Orio fue Cabo, quinto al final partiendo desde la tanda de honor. Santurtzi naufragó ayer y terminó sexto, mientras que Donostiarra defendió con éxito su séptimo lugar ante un San Pedro que pensó en rotar a todo el bote para que nadie se perdiera qué significa remar en la Bandera de La Concha