Espectáculo general
No se le pudo pedir más emoción a la segunda jornada de La Concha: todos los clubs hicieron bien su trabajo. La primera tanda fue muy competida y la de honor se trabajó desde la primera a la última palada. Tanto Hondarribia como Zierbena sabían lo que se jugaban y no se pusieron nerviosos en ningún momento, remando con mucha cabeza, sin dejar recorrido en el agua, sin salirse de la palada. Es el espectáculo que queremos ver, el espectáculo del deporte. Fue un espectáculo general, una demostración. Hondarrribia volvió desde fuera por la calle 5 y Zierbena parecía que buscaba un poco el rumbo por el que le llevaba la ola, girándose más hacia el campo de regateo. Sólo hubo un máximo de 3 segundos de diferencia entre ambas y eso se rompe de dos maneras: con una ola o agilizando la remada. Hasta el final no se decidió el ganador y los amantes de este deporte nos tenemos que quedar con esto. E stoy seguro de que los propios equipos gozaron de una jornada redonda desde el punto de vista del remo. También se notó que los aficionados también se lo pasaron en grande. Sólo se habló de deporte y este es el mayor triunfo posible. Las traineras dejaron espectáculo en el agua y al final lo mejor es que los que entendemos algo de esto hablemos de la competitividad que hubo ayer desde el principio hasta el final de la regata masculina. S an Juan, por su parte, no dejó lugar a la sorpresa. Desde la primera palada buscó ganar y lo demostró. Quería dejar las cosas claras. Normalmente vienen con ritmos más altos, pero esta vez lo hicieron con una remada más larga, disfrutando de La Concha ante unos rivales que en ningún momento consiguieron hacerle sombra