No volarán muchos más puntos
Sobre todo fue doloroso que el Barcelona ganara en Anoeta gracias a dos saques de esquina. Precisamente de la manera en que, a priori, las fuerzas de la aristocracia y el proletariado se asemejan. No será por que no hubo advertencias, ya que Piqué rozó el gol dos veces en sendos corners de la primera mitad. El peligro estaba en la estrategia del oponente. La Real, intensa y ordenada, tuvo que defender estas jugadas con un punto más de concentración, sin concesiones. Los dos golpes que, si se tiene en cuenta que noquearon a la Real en tres minutos fueron más letales, no son razón suficiente como para que la gente de la Real se marchara de Anoeta de mal café. Perder siempre es ingrato pero de la tarde vivida ayer en el estadio se pueden rescatar diversas razones para adivinar un futuro mejor, sin penurias. Con la sensación de que, a na- da que la Real mantenga algunos síntomas, no volarán muchos más puntos de un campo que, más allá de que es- tá a mitad de camino en su construcción, ha ganado pre- sión atmosférica por arrobas. Sí será necesario para que ganar sea costumbre ajustar las definiciones en las dos áreas. Con Willian José o Sandro será más factible marcar goles. Defender con rigor está más garantizado si titanes como Zaldua, Aritz Elustondo o Zubeldia siguen siendo los guardianes pretorianos de Garitano