La Liga dobla en cuatro años su poder adquisitivo
La cantidad destinable a salarios ha crecido más de un 100% desde 2014 en casi todos los clubs de Primera
La riada de millones provenientes de los derechos de televisión no para. A la vez que la Liga se consolida como un producto de máximo interés y consumo, no sólo dentro de las fronteras estatales, sino en el más recóndito lugar del planeta -el intento de llevar un partido a Miami así lo demuestra- los clubs de Primera se frotan las manos al ver cómo su cuenta de explotación crece y crece al calor de los millones de euros que aporta la televisión.
El fútbol televisado amenaza con convertir, si no lo ha hecho ya, el negocio y, por añadidura, la competición, en otros. Aunque hay cuestiones relativas al status quo que no son fáciles de invertir, el montante económico que se reparten hoy en día los clubs no sólo sirve para sanear, en gran medida, el otrora podrido e insolvente fútbol profesional. Al mismo tiempo otorga herramientas de primer orden a equipos de clase media de la categoría que, gracias a sus acaudaladas
El club txuri urdin no agotará sus 80.81 millones y se quedará en torno a los 60
arcas, pueden armar plantillas muy competentes sin tener que estar pensando en hacer números para llegar a fin de mes.
Los datos oficiales referentes al límite salarial de los clubs de Primera para esta temporada, ofrecidos por la LFP la semana pasada, son elocuentes al respecto. Aunque hay que tener en cuenta que dentro del límite salarial de cada club hay que incluir lo que se destina a los entrenadores, preparador físico, primas, amortizaciones de fichajes, filiales, cantera u otras secciones, ya hay hasta seis clubs que pueden destinar más de 100 millones de euros a esos conceptos. Hasta aquí, nada que se salga de la normalidad ya que hace años que Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia, Sevilla y Villarreal son los más pudientes del campeonato.
Pero es que hay otros clubs como el Betis que, hace sólo tres años estaba en Segunda, que amenaza también con entrar en ese club de los 100 ‘kilos’ de límite salarial, con lo que eso supone de posibilidades a la hora de confeccionar su plantilla.
El verdiblanco, exceptuando los recién ascendidos, es el tercer club cuyo límite salarial más ha crecido respecto a la pasada campaña (48,35%), sólo superado por Levante y Leganés, que nos adentran en otra realidad, la de equipos históricamente modestos que ahora
disponen de un músculo financiero importante para competir.
Y es que madrileños y valencianos, con un incremento que supera el 50% respecto a lo que podían gastar la pasada temporada, se sitúan en un nivel de inversión similar al del Espanyol y superior al del
Celta, lo que permite evaluar su potencial de otra manera. Así las cosas, sólo hay siete equipos en la categoría -entre ellos el Eibar- cuyo límite salarial es inferior a los 50 millones lo que, sin duda, nos habla de un mapa de posibilidades muy diferentes al de hace sólo un lustro.
En sólo cuatro años, de hecho, casi todos los clubs de Primera han doblado el presupuesto que destinan a pagar a sus futbolistas lo que, más allá de beneficiar las cuentas corrientes de los protagonistas directos, los futbolistas, eleva sustancialmente, a priori, el nivel del campeonato. La Real, por ejemplo, ha pasado de un límite salarial de 38,9 millones en la 14/15 a los 80,81 que le conceden para el presente ejercicio, si bien fuentes del club de Anoeta aseguran que se quedarán lejos de explotarlo al máximo. La pasada temporada, entre salarios y amortizaciones se presupuestaron 62,7 millones y para esta campaña la previsión es similar. Defienden en la Real que es de los clubs que más holgura maneja entre lo que gasta y lo que podría gastar.
Es indudable, en cualquier caso, que aunque los más ricos seguirán siendo los mismos, por este sendero de imparable crecimiento económico, la Liga va camino de igualarse mucho entre los equipos de clase media. Un escenario en el que la Real, que juega con la limitación autoimpuesta de hacerlo con el mayor número de canteranos posible, va a tener que ubicarse bien para ser competitiva