LA LEY DEL NÚMERO UNO
Messi vuelve a exhibirse en Europa con un ‘hat trick’ en gran partido colectivo Dembélé, clave: forzó la magistral falta del 1-0 y marcó el 2-0, un golazo
La nueva Champions ha arrancado con una nueva exhibición del mejor jugador del mundo. Para imponer su ley y para demostrar de entrada quién manda en este grupo de Champions. Un ‘hat-trick’ de Leo Messi culminó una trabajada victoria de todo el equipo, que tuvo el borrón de la expulsión de Umtiti y mucho desgaste para equilibrar la agresividad de un PSV peleón, rápido, eficaz al contragolpe y con un muy buen juego de estrategia. Pero muy poco holandés. Estuvo a merced del Barça en términos de posesión de balón casi todo el partido y fió sus opciones a la velocidad, como en una carrera de Lozano ante Alba, y al juego a balón parado, con balones a su gigante, De Jong (nada que ver con Frenkie), en busca de una segunda jugada. Avisó a la contra, pero no remató entre los tres palos hasta la segunda parte. Y fue así gracias al trabajo serio de un Barça generoso que tuvo en Messi y en un gran Dembélé explosivo, autor del segundo gol y forjador de la falta del primero, sus grandes armas.
La buena puesta en escena del Barça, con el equipo de gala, con una excelente actitud ganadora y con una gran presión sobre el área del PSV, topó con un conjunto holandés muy ordenado que se permitió salir a la contra. El dominio del Barça se tradujo de entrada en un cabezazo de Coutinho a centro de Suárez tras una gran combinación entre el brasileño, muy activo al inicio para ir perdiendo fuelle, con Messi; un remate de Leo a pase del propio Cou; y un pase excepcional del argentino en vertical hacia Suárez cuando todo el mundo, sobre todo la zaga holandesa, esperaba la apertura a la izquierda.
Pero, a esas oportunidades, no excesivamente claras, el PSV respondió con dos avisos muy serios: un remate de Gastón Pereiro, motor del juego ofensivo holandés, en jugada ensayada en que De Jong bajó un balón buscando la segunda jugada tras falta lanzada por Lozano y, poco después, un remate excesivamente cruzado de Bergwijn en veloz contragolpe tras pérdida de balón de Dembélé.
El francés, ubicado como extremo izquierdo, comenzó atolondrado e impreciso, hasta que se convirtió en decisivo al forzar la falta que propició el gol inaugural de Messi y, posteriormente, ya en el segundo tiempo, con un golazo. Para forzar la falta del primer gol, corrió aguantando una falta continua de Dumfries hasta que se plantó en la frontal del área y ahí Viergever le zancadilleó. Casi en línea perpendicular con la portería, Leo lanzó el balón por encima de la barrera de manera que después descendiese para colarse por la escuadra. Primero del mejor.
Refriegas tras el descanso
La tensión por un marcador incierto y un PSV agresivo y con un punto más de valentía, junto con algún rifirrafe entre Suárez y Viergever, con tarjeta, por lo que Van Bommel se apresuró a sacarlo del campo, estableció
un segundo tiempo en un escenario pasional, de nervios, demasiado desordenado para los intereses del Barça.
Llegaron nuevos avisos del PSV, en un chut que atajó Ter Stegen y en contras de dos contra dos que exigieron lo mejor de Piqué y Umtiti, pero también un tiro cruzado de Coutinho que el meta Zoet rechazó y un intento al larguero de Luis Suárez, batallador como nunca en un dibujo de partido en el que resultó de gran ayuda para su equipo.
Y ahí, en ese escenario de desorden, el ‘Mosquito’ Dembélé, volvió a picar. Pilló en el centro del campo un balón de Coutinho, aguantó, armó la pierna y disparó lejos del alcance de Zoet. No habían pasado tres minutos cuando un nuevo golazo de Messi, rematando con toque sutil una gran asistencia en vaselina de Rakitic, sentenciaba.
Umtiti deja al Barça con 10
Y entonces sí, el PSV resucitó con la expulsión, por doble tarjeta (la segunda al placar a Lozano en una contra tras el 3-0). Incluso el conjunto holandés marcó un gol en fuera de juego. Pero, con uno menos, llegó el cuarto, de Messi, que completó su ‘hat-trick’ aprovechando una asistencia de Suárez tras pase vertical de Rakitic. El mejor ya impone su ley