En el momento más oportuno
Rulli, muy inseguro, vuelve a dejar su portería a cero en un partido en el que la Real acaba con nueve jugadores
Gero Rulli no ha vivido su mejor semana después de unos días complicados a raíz de su actuación frente al Barça. Pero el portero argentino la termina de la mejor manera posible, con victoria incluida y manteniendo a cero su portería por primera vez en lo que se lleva disputado de temporada. Es cierto que el guardameta se mostró, una vez más, muy impreciso, tanto con los pies como en algunas salidas, pero en un partido en el que su equipo acabó con dos jugadores menos por las expulsiones de Juanmi y Theo, él se marchó sin tener que recoger ninguna pelota de dentro de su portería. Y eso es mucho, viendo cómo se había puesto el partido tras la roja directa al lateral francés de la Real.
A pesar del debate que se había generado en la calle tras el rendimiento ofrecido ante el Barça, Asier Garitano mostró una confianza absoluta en Rulli, colocándole de nuevo bajo palos en El Alcoraz. El entorno blanquiazul pedía a gritos la entrada de Miguel Ángel Moyá, pero el mallorquín tendrá que seguir esperando una nueva oportunidad porque al menos de momento, Rulli continúa siendo el portero titular.
Y no lo tuvo nada sencillo el guardameta para salir victorioso del campo oscense. Sus nervios le jugaron una mala pasada en muchos
momentos de la contienda, sobre todo en el tramo final del partido, en el que vio, por ejemplo, cómo un balón que rebotó en la cabeza de Kevin se estrellaba en el palo de su portería. Casi de seguido tuvo que emplearse a fondo para desviar a córner un remate de cabeza de Longo. Esos minutos finales se hicieron eternos. El Huesca no dejaba de colgar balones y Rulli no estaba con la suficiente confianza para llevárselos por arriba. Tocaba sufrir. El pitido final del ínclito Iglesias Villanueva supo a gloria para Rulli, para la Real y para toda la parroquia realzale que volvió a ver ganar a su equipo, y algo importante, manteniendo su portería a cero quizá en el momento menos esperado. Después de una semana muy agitada con el tema de la portería y tras un partido en el que el equipo blanquiazul terminó con dos hombres menos.
La paciencia que tuvo Del Cerro Grande el sábado pasado con Luis Suárez, ayer no la tuvo Iglesias Villanueva con Juanmi Jiménez, al que expulsó en menos de un minuto por doble amarilla, la segunda de ellas por protestar de manera muy vehemente la decisión del colegiado. Theo, por su parte, se equivoca con un tortazo que pudo costarle muy caro a su equipo.
Sin embargo, con todo en contra, la Real supo jugar a la perfección sus cartas para arrancar los tres puntos de El Alcoraz y volver a la senda del triunfo que la había perdido desde la primera jornada, cuando ganó en El Madrigal. Tanto allí, como después en Butarque, Ipurua y Anoeta, la Real se había mostrado incapaz de mantener su portería a cero. Ayer sí lo consiguió. Cinco meses después de aquel 3-0 al Atlético de Madrid en Anoeta, la Real y Rulli echaron el candado a la puerta. Ya era hora
La última vez que Rulli se fue sin encajar gol, el 19 de abril ante el Atlético (3-0)