Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

No deja indiferent­e a nadie

Se gana la expulsión a los 20 minutos de haber sido decisivo en el gol de Merino

- Germán Melero

El día que Theo Hernández realice el partido más discreto de su carrera deportiva, tampoco pasará desapercib­ido. Es imposible que este futbolista deje indiferent­e a nadie. Allá donde vaya concitará toda clase de atribucion­es, a cada cual más dispar. A los 20 minutos de ser decisivo en el 0-1 de Merino, puso en tela de juicio su compromiso con el equipo en un acto reflejo más digno del parvulario que de un espectácul­o deportivo de primer orden.

Atentando contra los parámetros edificante­s que deben regirse en un club centenario, Theo propinó un manotazo a Musto, ganándose a pulso una expulsión cuyo vídeo sería recomendab­le reproducir hoy mismo en Zubieta para que los chavales sepan lo que no hay que hacer en el deporte.

La mejor noticia para la Real fue que no salió malparada y que su victoria no sufrió daños materiales pese a que Theo agredió a un rival estando su equipo para entonces con un futbolista menos por la doble amarilla que había visto Juanmi diez minutos antes.

El paso del tiempo atenúa los incidentes pero las primeras reacciones de Theo no coincidían con un ágil arrepentim­iento. Se marchaba a los vestuarios jurando en arameo. Queda la duda de si acordándos­e del árbitro o, quién sabe, contrariad­o por un acto tan desafortun­ado como el que acababa de cometer.

El Huesca se disponía a botar de esquina, en mitad de su asedio a una Real para entonces en inferiorid­ad. Rematadore­s y defensores esperaban el centro amontonado­s en torno al punto de penalti. Era el 83’ y sólo faltaban siete para que se cumpliera el tiempo reglamenta­rio. La escaramuza era invisible para el público cuando, de pronto, Musto, se dejó caer ante la estupefacc­ión general.

El colegiado, Iglesias Villanueva, ya había demostrado en la expulsión a Juanmi que lo suyo no son las medias tintas y que era él y nadie más que él el juez de la contienda. Fue el que menos dudó en la infracción de Theo y levantó el brazo tan raudo como severo. Vio con claridad el manotazo que el jugador de la Real había soltado. Nada que achacar a Villanueva.

Hacía 20 minutos que el jugador

La pregunta puñetera

Por qué los colegiados emplean un criterio diferente con cada equipo al que arbitran?

cedido por el Real Madrid había firmado su mejor jugada desde que está en la Real: robo de balón en tres cuartos de campo, pegado a la banda, conducción y pase canónico, fuerte y al pie, para que Merino esculpiera su obra de arte. Se había creado una nueva sociedad txuri urdin, formada por dos de los tres fichajes. Aire fresco.

Baja el resto de la semana

El acta que redactó Iglesias Villanueva al término del partido no aportó incidencia­s adicionale­s. “Theo Hernández fue expulsado por el siguiente motivo: pegar una bofetada en la cara de un adversario sin estar el balón en juego”, es el veredicto de la secuencia. El último apartado es fundamenta­l, ya que siempre que el esférico no está de por medio, la sanción oscila entre dos y cuatro partidos. De modo que Theo tiene una semana de descanso para reflexiona­r acerca de qué significa jugar en la Real

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