De la mano de Illarramendi
Solo se han jugado seis partidos de Liga y la actualidad de la Real viene marcada, sobre todo, por temas extradeportivos, señal inequívoca de que las cosas no van bien sobre el terreno de juego. Y eso es lo peor que le puede pasar a un nuevo proyecto como lo es el txuri urdin. La Real de Asier Garitano, de momento, no carbura, o no lo hace de la manera deseada. Los problemas en el juego son más que evidentes y estos quedaron reflejados una vez más frente al Rayo, por mucho que esta cuestión haya quedado en un segundo plano por dos nombres que en estos momentos copan la actualidad txuri urdin como son Gero Rulli y Asier Illarramendi. La suplencia del capitán de la Real en los dos últimos partidos ha sorprendido a propios y extraños y lo seguirá haciendo si frente al Valencia el entrenador del conjunto blanquiazul continúa sin contar con el mutrikuarra, que se supone es una de las piedras sobre las que debe girar el nuevo proyecto blanquiazul. Llama la atención que un futbolista insustituible como lo ha sido hasta hace poco Illarramendi, ahora no vale para un equipo que está, como dijo no hace mucho Olabe, en fase de construcción. Tampoco sin él sobre el verde, la Real, futbolísticamente hablando, ha mejorado sus prestaciones, aunque, tampoco hay que olvidarlo, no ha perdido. Lo que nadie puede poner en duda, por el bien de la institución, es que el crecimiento de este equipo tiene que ir de la mano de Illarra , el mejor centrocampista dentro de la plantilla y cuya calidad está fuera de toda duda. Garitano ha intentado dar normalidad a la situación del ‘4', pero, por el bien de la Real, y por el suyo propio, tiene que ser consciente de que si algo de lo que está pasando no es normal es la suplencia del capitán txuri urdin