El equipo de Tomic agoniza
El KK Zagreb, un histórico del basket balcánico, se halla al borde de la desaparición
Josip Sesar, Marko Tomas, Mario Hezonja, Dario Saric y Ante Tomic formarían un quinteto legendario del basket croata. A ellos podríamos añadir jugadores como Kruno Simon de escolta, Mario Stojic de alero o Luka Zoric como alapívot. Además de su talento, todos ellos tienen un denominador común en su carrera: son producto de un histórico, el KK Zagreb, fundado 1970.
Dentro de dos años podría celebrar su 50 aniversario pero en lugar de eso la entidad se está muriendo. Oficialmente no ha desaparecido, pero tras descender a segunda división, acaba de renunciar a su participación por falta recursos económicos y humanos. Quedan los niños de las categorías inferiores pero eso no parece suficiente para garantizar la existencia del equipo.
El KK Zagreb, con el nombre Novi Zagreb, entró en la primera división yugoslava 1989, bajo el mando del entrenador Bosko Bozic, conocido por su apodo ‘Pepsi’. Aquel año incluso estuvo a punto de fichar a Zeljko Obradovic como jugador.
En una ocasión el Zagreb jugó contra el FC Barcelona en cuartos de final de la Copa Korac, la temporada 92-93. Drazen Anzulovic, hoy seleccionador de Croacia, anotó 17 puntos en el primer partido disputado en Zagreb, pero el Barça de Andrés Jímenez (19 puntos), Epi (15), Paraiso (13), Montero (11), Esteller (11) y Zoran Savic (8) fue superior y ganó por 81-94.
En el partido de vuelta el Zagreb sorprendió en el Sant Jordi, 73-79, pero el Barca pasó a las semifinales donde perdió ante Il Messagero de Dino Radja.
En la Croacia independiente el Zagreb ganó el título de Copa en 2008, 2010 y 2011 haciendo doblete en 2001. Ganó también la Liga y jugó una temporada en la Euroliga. Sin mucho éxito, ganó sólo dos partidos, pero el hecho de que formaba parte de la competición de élite no se puede negar.
El KK Zagreb traspasó al Real Madrid a Marko Tomas y a Ante Tomic y un ‘crack’ como Dario Saric, formado allí, pasó por la Cibona antes de llegar a la NBA. Mario Hezonja también llegó de este club al FC Barcelona. Varios años después, lo lo único que puede vender es una triste historia de un club de barrio que un día llegó a jugar en la Euroliga