Otro tiro en el pie
Ola Real reduce sensiblemente el número de errores propios que viene cometiendo, por sistema, en los siete partidos que se han disputado, lo que Garitano denominó los ‘grandes detalles', o le va a resultar imposible ser competitiva y, por tanto, verá cómo poco a poco no sólo se aleja de los puestos de Europa, a los que aspira, sino que se va a hundir en el pozo de la clasificación. El equipo txuri urdin cierra la semana con un pírrico balance de un punto en dos partidos consecutivos en Anoeta, bagaje en el que han tenido mucho que ver los regalos de la propia Real. En partidos tan cerrados y duros como el de ayer ante el Valencia, lo último que se puede permitir es que un adversario concentrado y rocoso como el ché, que no pierde el sitio y espera a que te equivoques para penalizarte, se cuele por una rendija mal cerrada por tí. El error en el pase de Navas se tradujo en una clara ocasión donde no había nada y una jugada mal defendida por varios actores txuri urdin, en el único gol del partido. Si, además, se perdonan ocasiones como la que marró Oyarzabal nada más iniciarse la segunda mitad, que habría metido de lleno a la Real en el partido, o, lo que es peor, Willian José falla un penalti cuando todavía quedaba casi media hora para aspirar a ganar, el resultado es la segunda derrota de la temporada en un Anoeta que, pese a todo lo que empuja y las ganas que le pone, sólo acumula disgustos desde que abrió su nueva era. También en forma de lesiones, ya que ayer la Real perdió a otros dos jugadores durante el partido, Merino y Zaldua. Y arbitrales. El mismo colegiado que expulsó de forma tan polémica a Lenglet, ayer perdonó la roja a Lato en acciones, reglamento en mano, mucho menos discutibles. Y eso también resta