REMONTADA A MEDIAS
Un gol de Munir a pase de Messi, reservado de entrada, salvó un punto en una reacción final ante un buen Athletic Dos tiros al poste, de Coutinho y Leo, mermaron las posibilidades de dar la vuelta al marcador en la segunda mitad
El Barça cerró ayer su semana negra en la Liga con un nuevo tropiezo a pocos días de viajar a Londres para afrontar el partido a priori más complicado de la liguilla de Champions, contra el Tottenham. La buena reacción en la última media hora, con un gran Messi reservado de entrada, no bastó para completar una remontada que habría tenido un tono épico ante un enorme Athletic, que arrancó un 1-1 y puso fin a una racha de catorce derrotas ligueras en el Camp Nou. Un gol de Munir a pase de Leo salvó un punto a poco del final, después de que en el primer tiempo De Marcos avanzase a los leones en una jugada de despiste global de la zaga azulgrana. Dos postes, uno de Coutinho y uno de Messi, contribuyeron decisivamente a que el Barça entre en una dinámica muy peligrosa, aunque al final estuvo más cerca de la remontada que del segundo del Athletic, feliz con el empate al haberse d esgastado mucho al principio.
El conjunto vasco, enchufado y con las ideas muy claras, exigió muchísimo al Barça, impreciso y por momentos superado en la primera parte, pero que acabó encerrando a los vascos en el vibrante tramo final. El equipo de Valverde reaccionó tarde y seguramente hizo muchas cosas mal a lo largo del partido, pero es lícito quedarse con las buenas sensaciones de su reacción pese a la sangría de puntos en la Liga.
El reajuste anunciado por el técnico azulgrana consistió en cierto modo en un regreso al escenario táctico de la pasada temporada, ya que Coutinho salió como falso extremo y se movió mucho entre líneas en lo que fue prácticamente un 4-4-2. Sergi Roberto, que se retiró víctima de una lesión muscular, jugó, además, en la posición de medio centro ante la rotación de Busquets, con Rakitic más avanzado, cerca de Coutinho. Pero para que el brasileño, muy detallista, jugase donde más le gusta, el sacrificado no fue Dembélé, como era de esperar, sino Messi.
El Athletic no defraudó
Porque Leo entró también en las rotaciones pensando en Londres. El Athletic no defraudó: fue un incordio mordiendo arriba y puso en práctica una fuerte presión hombre a hombre por todo el campo, pese a tener que hacer un cambio a los veinte minutos por lesión de Iñigo Martínez. Atacaba la salida de balón y aprovechaba las recuperaciones para inquietar a Ter Stegen, forzado a pasar en largo o incluso a jugársela cerca de la línea de gol. Con la zaga barcelonista pillada a menudo descolocada, probaron suerte Williams, que tiró alta una vaselina, y Beñat, que obligó al meta azulgrana a rechazar a córner.
Al Barça le costaba pensar y, en el caos, surgió Arturo Vidal para evitar que Iñaki Williams abriese el marcador tras driblar a Ter Stegen. El chileno lanzó también un gran pase vertical a Luis Suárez en la mejor ocasión azulgrana del primer tiempo. Unai Simón rechazó.
A pesar de esa ocasión del uruguayo, que también tiró una falta en ausencia de Messi y remató al muñeco antes del descanso, el Barça inquietó poco a un Athletic intenso que puso el Camp Nou patas arriba a poco del descanso, cuando De Marcos surgió en el área sin marca y remató a gol un centro de Susaeta desde la izquierda sin oposición, con la defensa del Barça pensando que el juego estaba interrumpido por un choque entre Dembélé y Raúl García.
Poco tardó Valverde en poner en liza en la segunda parte a Sergio Busquets y Messi, cuya presencia revitalizó al Barça. Una volea de Countinho al palo fue un aviso y Messi tuvo una falta desde su distancia preferida. Pero Berizzo lo tenía todo muy bien estudiado e introdujo una variante anti-Leo: dos defensas más detrás de la barrera. Uno de ellos, De Marcos, rechazó de cabeza el tiro de Leo.
Otro poste, esta vez a tiro de Messi, dejó claro que al Barça había empezado a salirle todo al revés, hasta que Munir, solución de emergencia por un alocado Dembélé, remató a gol un gran centro de Leo, que había convertido en ocasión de gol un mal pase de Luis Suárez