“Mirando por mi ventana se quitan las depresiones”

¿Vive en Donostia?

Sí, en el centro, enfrente del Hotel Londres. Sólo por ver la cristalera que tengo merece la pena. Ni comprando la mejor postal de Donostia tienes una parecida. Mirando eso se te quitan las depresiones.

Llevaba 25 años fuera de Gipuzkoa. Han cambiado mucho las cosas desde que se fue. ¿Cómo lo ha notado?

Ha cambiado la sociedad en todas partes y los que nos vamos haciendo mayores nos tenemos que adaptar.

¿Su hijo se ha adaptado bien?

Está contento. Tiene 11 años, estudia en Summa, se ha adaptado rápido. Tiene amigos en el cole, en el fútbol, sale… Mientras yo le vea contento, todo lo demás da igual.

¿Juega a fútbol?

Pega patadas. Va un par de días y está contento.

¿Qué le gusta hacer en los ratos libres que le quedan?

Salgo a pasear, hay muchos sitios para ver. Voy a tomar algo, tengo algunos amigos de la cuadrilla de Bergara que vinieron aquí a vivir. Me invitan de vez en cuando a la sociedad que tienen en la Parte Vieja. ¿Le dejan cocinar?

Sí, pero no cocino. Echo una mano.

¿A Bergara va?

Poco. Algún fin de semana que hemos tenido libre.

¿Estuvo en las regatas?

Sí. Hace muchos años ya las vi y lo que está chulo es el ambiente.

¿Le toco hacerse muchos selfies?

No, la gente se portó fenómeno. Los vizcaínos me animaban… La gente ha estado muy bien. Ahora salgo a la calle y parece que hasta conozco a la gente