100 días con Berizzo
El argentino está hoy de aniversario como entrenador del conjunto rojiblanco
Hoy se cumplen 100 días de Berizzo al frente del Athletic, el periodo de gracia que se suele otorgar a los políticos en su nuevo cargo. El técnico cogió las riendas del equipo el 9 de julio en el inicio de la pretemporada. Después de una campaña decepcionante, el Athletic iniciaba así una nueva etapa con el de Cruz Alta que remitía a la época de Marcelo Bielsa, cuando los rojiblancos deslumbraron por Europa en la campaña 2011-12.
La llegada del argentino generó mucha expectación y su discurso nada más hacerse cargo del conjunto bilbaíno no defraudó. “Espero mucho de mi equipo”, “mi idea siempre es de ataque”, dijo. Como declaración de intenciones no estaba nada mal. Berizzo subió a siete canteranos a hacer la fase de preparación con los ‘mayores’, una apuesta por la cantera que siempre gusta en Bilbao.
El ex del Celta y Sevilla imprimió además un fuerte ritmo de trabajo, con muchos días seguidos de entrenamiento. No había descansos. El objetivo era acoplar sus piezas lo más rápidamente posible y sobre todo acostumbrar a sus jugadores a un nuevo sistema de juego, muy diferente al anterior.
El primer contratiempo llegó con la lesión de Iñigo Martínez, pero el debut en un partido amistoso se saldó con triunfo en Amorebieta (0-3).
Kepa, el gran ausente en los primeros días por su participación en el Mundial de Rusia, se incorporó a los entrenamientos el 23 de julio, cuando comenzó la concentración de Holanda. El portero de Ondarroa sería protagonista, en este caso de forma negativa, pocos días después.
Dos partidos seguidos en casa
El sorteo del calendario realizado el 24 de julio deparó dos partidos seguidos en San Mamés ante Leganés y Huesca y el 27 Aduriz, el jugador con más peso en la caseta, certificó la sintonía con el míster: “Estamos entusiasmados con la llegada de Berizzo”.
La victoria ante la Real en la final de la Euskal Herria Kopa dejó buen sabor, pero el gran mazazo del verano llegó el 7 de agosto. Kepa se fue al Chelsea previo pago de los 80 millones de su cláusula.
Las malas noticias nunca vienen solas. Al día siguiente, se lesionó Iago Herrerín, el portero que en teoría estaba llamado a sustituirle. Fue entonces cuando se le abría la puerta de la titularidad a Alex Remiro, que había regresado después de su exitosa cesión en el Huesca. Ante estos contratiempos en la portería, el club se ve obligado a repescar a Unai Simón, que había salido al Elche en calidad de ‘prestado’.
Llegó la hora de la verdad, el momento de competir, de hacer bueno todo lo ensayado a lo largo de la pretemporada. Berizzo apuntó a Europa en la rueda de prensa previa a recibir al Leganés. El Athletic sumó los tres puntos, pero fue a última hora con un gol de Muniain en el minuto 92. Pero el sorpresón llegó por la mañana con la convocatoria. Remiro se quedaba fuera por los problemas con el club para renovar. La explicación del entrenador después no dejó lugar a las dudas: “El club ha aprendido del pasado”. Unai Simón fue titular y en ese puesto se ha mantenido desde entonces, con un buen rendimiento por cierto. Días después, Lekue se lesionó.
El segundo compromiso de la Liga se saldó con un empate a dos goles contra el Huesca, un resultado que supo a poco porque los rojiblancos se habían puesto 2-0. Ese mismo día LaLiga aplaza la cita Rayo-Athletic por los problemas de seguridad de Vallecas, un contratiempo por el que los rojiblancos se iban a pasar casi tres semanas sin competir.
Condicionantes
Los dos primeros meses de Berizzo al frente del equipo habían estado mediatizados por la salida de Kepa, las lesiones de Herrerín, Aduriz y Lekue, el caso Remiro y el aplazamiento del choque de Vallecas.
El tercer partido del curso dejó mejor sabor de boca. Los rojiblancos dieron la cara ante el Real Madrid y acabaron empatando a uno. El equipo jugó una buena primera mitad contra el Betis a domicilio en la primera salida de la temporada, pero se dejó empatar tras jugar la segunda parte con un hombre menos. La última fase ha sido la más decepcionante, con dos derrotas en casa frente a Villarreal y Real Sociedad y un meritorio empate fuera contra el Barça.
El equipo ha apuntado cosas positivas como la primera parte del Villamarín o en las dos citas contra Madrid y Barça, pero ha dejado mucho que desear en casa y cuando tiene que llevar la iniciativa. Tras perder en el derbi, Berizzo se mostró fiel a su estilo. “La confianza en el sistema de juego está intacta”, dijo. En cualquier caso, sí reconoció que tenía que “ajustar cosas”. La primera prueba para ver la nueva versión llega el domingo en Ipurua