El Getafe despierta y acorrala a Míchel
Dos fogonazos aislados del conjunto azulón tumbaron a un Rayo Vallecano que no levanta cabeza y en el que su entrenador corre peligro
Dos chispazos en apenas cuatro minutos le bastaron al Getafe para hundir un poco más a un Rayo Vallecano en el que el puesto de Míchel peligra seriamente tras haber sumado sólo cinco puntos y llevar otras tantas jornadas sin conocer la derrota. Los tantos de Foulquier y Akieme, en propia puerta, hicieron inútil el posterior de Raúl de Tomás y el equipo azulón se llevó un triunfo que corta su también mala dinámica.
Muy necesitados llegaban ambos a un partido que comenzó con una fuerte presión del conjunto de Bordalás, que robaba en zonas de peligro y dificultaba la salida de balón de los franjirrojos. Producto de ese asfixiante acoso llegó pronto la mejor opción de toda la primera mitad. Arambarri encontró hueco tras un robo de balón pero no supo resolver en el mano a mano con Alberto y estrelló su disparo en el cuerpo del portero.
Si esa pelota hubiera entrado en el minuto 4 posiblemente hubiera cambiado el discurrir de un encuentro que se convirtió en anodino e impreciso a partir de entonces. Cedió bastante la presión azulona y el Rayo tuvo mayor posesión, pero ninguno de los dos trenzaba jugadas claras con las que asustar mínimamente al rival. Un balón que Gálvez no llegó a rematar por poco y una incursión sin más historia de Trejo fue de lo poco interesante hasta el.
No varió excesivamente la dinámica en la reanudación. El partido se endureció y apenas hubo continuidad en el juego. Pudo marcar sin querer Embarba en el 52 con un centro que acabó estrellando directamente en el palo y el Rayo pareció más animado.
Pero fue el Getafe el que golpeó. Y lo hizo dos veces. Primero Foulquier, en el minuto 63, cabeceó a la red un centro de Antunes. Cuatro después era Akieme el que introducía el balón en su propia portería tras servicio de Jorge Molina.
Fue un duro revés para el Rayo, suavizado cuando en el minuto 74 un remate en semifallo de Raúl de Tomás metió en el partido a los de
Los goles de Foulquier y Akieme (p.p.) hicieron inútil el de Raúl de Tomás
Vallecas. El equipo de Míchel lo intentó y el Getafe recurrió entonces a esa manera de perder tiempo que también se le da a los equipos de Bordalás. Un disparo de Embarba que pegó en un zaguero y algunos balones colgados fue el poco peligro que pudo crear el conjunto local, que además vio cómo perdía a Trejo por doble amarilla en el descuento. El Rayo sigue sin levantar cabeza y apunta que habrá cambio en el banquillo