Un enorme PSG hace añicos al United
La revolución de Solskjaer en el United invitaba a pensar que su equipo estaba preparado para cotas mayores, incluso también en Champions. El PSG le negó la gloria y le hundió en su feudo con una versión letal en el segundo tiempo, desatado Di María, que se reivindicó en Old Trafford ante los reproches de su antigua afición. Gobernó Verratti y decidió Mbappé, prodigio y referencia a pesar de que Tuchel le quitara presión de encima. La asume el astro francés, ávido por triunfar en Europa.
No había precedentes entre el United y el PSG y aparecieron calculadores de inicio. Fue un primer tiempo más bien moderado, sin demasiados alardes en Manchester. Le faltaban cartas en la baraja a Tuchel, sin Neymar ni Cavani, reinventado con Alves y Di María como interiores en un 4-4-2 y con Draxler de acompañante de Mbappé. Se coronó el alemán a domicilio, exitoso con su propuesta. El United fue reconocible, consecuente Solskjaer con la apuesta por el dinamismo de hombres como Lingard, Martial y Rashford.
Dos meses le sirvieron para vencer al miedo. Sin Mourinho y sin las ataduras del pasado, el cuadro inglés se atrevió ante el PSG. Tenía motivos para ello, tan embalado en la Premier como ilusionado en Champions. Dominó de entrada, aupado por su afición, casi tan estruendosa como la francesa.
Apenas intervino De Gea en los primeros compases, acaso Buffon en dos acciones puntuales que no revistieron peligro. Tal fue el respeto que Verratti reaccionó y tomó el control, exhibido en Old Trafford. Superdotado en el toque, se le exigía al italiano una noche como ésta para encumbrarse en Europa. Le costó atacar en estático pero se impuso poco a poco al United, que desconectó a Mbappé aunque el habilidoso futbolista francés deslumbró en la carrera, peligroso en el juego de transición.
Acusó el cuadro de Manchester el desgaste del primer tiempo, reducido a cenizas por el PSG más arrollador. Castigó con el 0-1 en una acción de estrategia en un saque de esquina que remató Kimpembe, libre de marca en el segundo palo, con De Gea petrificado sobre la línea (53’). Golpe duro del que no pudo sobreponerse el United, en fase terminal unos minutos después al encajar el 0-2. Una transición acelerada entre Bernat y Di María que culminó Mbappé en el área chica (60’).
El baño del PSG tras el intermedio fue devastador para el United, rendido y con cara de eliminado, más parecido al de Mourinho que al de Solskjaer. El bloqueo fue colectivo, atrapado el United en la telaraña rival, con el ánimo cada vez más decaído.
Dijo Solskjaer en la previa que uno es futbolista y entrenador por compromisos como este, quizá no tan optimista tras una ida que deja tocado al United. Pende del milagro en París, desquiciado al final con la expulsión de Pogba, vapuleado por un PSG que presenta candidatura a la Champions sin Neymar ni Cavani, sobrado con un crecido Di María y un omnipresente Mbappé. Tienen medio pase en el bolsillo