DIGNAS HEREDERA
La Real femenina jugará la final de Copa por primera vez en su historia tras ganar al Sevilla (3-1) Anoeta vive una fiesta enorme gracias a los goles de Palacios, Marta (p.p.) y Etxezarreta
los primeros contactos, le llegó a Cardona que, con esa única manera que tiene de entender el juego, sólo mirando en vertical y a la velocidad del rayo, en menos de 30 segundos lo transformó en gol. Se deshizo de todas las rivales que le salieron al paso y asistió a Palacios para que anotara el primero. Sin que a Anoeta le diera tiempo a sacar sus móviles para empezar a reservar viajes a la final de Granada, el Sevilla igualó. Un centro al área en la siguiente jugada se lo metió Maddi Torre en su propia portería al intentar despejar. Sólo había pasado un minuto pero el partido era otro.
El arranque eléctrico generó una ansiedad en ambos equipos que la transformaron en un ida y vuelta del que salía mejor parado el Sevilla. Exponiendo en la presión, alta, impedía que la Real se encontrara consigo misma e incluso en los primeros 20 minutos amenazó con adelantarse. Una falta lateral, a los 25 minutos, sacó a las txuri urdin del desasosiego que les generaban las andaluzas. Bautista, casi desde el córner izquierdo del ataque, sacó cerrado a pie cambiado y el balón, con un engaño de Nahikari en el primer palo, se fue cerrando hacia la red, previamente desviado en propia meta por Marta.
El 2-1 le hizo daño al Sevilla, que fue decreciendo. Primero porque era difícil mantener el ritmo con el que arrancó y segundo porque la Real afinó su diapasón para administrar mejor el cuero con su superioridad técnica. Ese mayor dominio le acercó al 3-1. Primero en un balón largo a la espalda de la adelantada defensa del Sevilla al que Bautista no llegó por poco y después, en un gran disparo de Baños cazando el rechace que se fue fuera por muy poco. Al descanso, el primer paso hacia la final estaba dado.
Etxezarreta sentencia
La cosa no se pudo poner mejor en la reanudación, ya que a los seis minutos Etxezarreta hizo el tercero. A la salida de un córner, la beasaindarra entró con todo el alma y tras no conectar bien el primer remate en el punto de penalti, cazó la segunda jugada para marcar a bocajarro el gol de su vida.
Los minutos siguientes al 3-1, con el Sevilla noqueado, debieron servir para sentenciar. Bautista fue