Un único sentimiento
Anoeta ha vivido un fin de semana perfecto, inigualable, en el que ha prevalecido por encima de todo el sentimiento txuri urdin. Si el sábado el debut de Álex Sola a los 19 años ratificaba por enésima vez lo que es la esencia de este club y se incrustaba dentro de una victoria sobre el Leganés que ha recuperado la mayor de las ilusiones para la gente de la Real, la sesión continuó ayer con una tarde memorable en la que la sección de chicas se clasificó por primera vez para la historia para una final de Copa. Los kilómetros de distancia existentes entre el fútbol masculino y el femenino se podrían medir en galaxias y son muchísimos los pasos que hay que dar, más allá de acciones puntuales que busquen la visibilidad, para que las mujeres puedan avanzar. Empezando, sobre todo, porque se valore el producto en forma de pago de entradas o de derechos de televisión. Más allá de una batalla que no se ganará en una semana, ayer sobre el césped estaba la Real. Y junto a ella su gente. Como siempre. Por encima de sexos y de condición, un grupo de chavalas defendiendo la elástica txuri urdin provocaron una atmósfera que, vista desde fuera, nadie habría sabido distinguir si correspondía a un partido de liga masculina o femenina. La fiesta fue enorme porque, como el sábado, ganó la Real, un club cuyos valores están tan enraizados entre su gente, que generan un sentimiento único, al margen del sexo. El sábado los chicos volvieron a soñar con Europa, ayer las chicas durmieron pensando que pueden ser campeonas de Copa.
Zuekin, Reala!