UNA ILUSIONANT
16 debuts de canteranos en las cuatro últimas temporadas ratifican el prolífico momento que vive la factoría de la Real Mikel Oyarzabal abandera una camada de futbolistas que, con edades entre los 17 y los 24 años, aseguran el relevo generacional
QUINTA PROLÍFICA La del 95 ha dado cinco futbolistas y 30 millones de euros
EL SIGLO XXI ASOMA Barrenetxea es el primer canterano del nuevo milenio
El último en llegar ha sido Álex Sola (Donostia, 1999) pero sólo es un eslabón más en la cadena sucesoria. El debut del lateral derecho ante el Leganés, de hecho, no hace sino extender la riada de canteranos que se han asomado al primer equipo desde que Mikel Oyarzabal disputara su primer partido contra el Levante en octubre de 2015. Cuatro temporadas en las que la Real ha recibido la inyección de sangre joven de hasta 16 futbolistas de su propia factoría, lo que no hace sino ratificar el espectacular momento que vive el trabajo de formación en Zubieta. Toda una explosión de ilusión.
Mikel Oyarzabal, por categoría, rendimiento y visibilidad abandera a esta última camada de futbolistas, nacidos entre 1995 y 2001, que aspiran a ser la Real del futuro. El eibarrés, que en menos de 1 2 cuatro años no sólo ha disputado 137 partidos, en los que ha marcado 33 goles, sino que se ha convertido en capitán y una de las principales referencias del equipo, ya lo han conseguido. Zubeldia, a otro nivel, ha recorrido a similar velocidad el trayecto entre la ilusión del primer día y la responsabilidad de ser importante.
Otros, como el propio Sola, Aihen Muñoz, Roberto López, Le Normand o Ander Barrenetxea, tras dar el primer paso esta temporada, tienen ante sí el complicado reto de consolidarse en el primer equipo, algo que en estos tres años largos sí han logrado otros debutantes como Merquelanz, Sangalli, Bautista, Kevin o Gorosabel.
Todos ellos, con diferentes estatus y roles en la Real y con edades comprendidas entre los 17 años del más joven, Barrenetxea, y los 24 recién cumplidos de Sangalli, están llamados a formar parte de los éxitos a corto y medio plazo del club txuri urdin.
El donostiarra, que sufrió un ictus en octubre, forma parte junto a Odriozola, Bautista, Guridi y Merquelanz de la generación del 95, que, confirmando las expectativas, es la más prolífica para el club en estos últimos. No sólo ha dado cinco futbolistas sino que incluso le ha dado tiempo a generar 30 millones para las arcas a raíz del traspaso de Odriozola. A partir de ahí, 1994 tiene su representante en Kevin, 1996 en Gorosabel y Le Normand, 1997 en Guevara, Aihen, Oyarzabal y Zubeldia, 1999 en Sola, 2000 en Roberto López y 2001 en Barrenetxea. Ellos son el futuro de la Real