Volverán a pedir empezar fuera el próximo curso
La Real volverá a pedir a la Liga comenzar fuera de casa la próxima temporada. Lo hará por cautela, para tener más tiempo para desarrollar las obras auxiliares de Anoeta, las que están fuera del proyecto inicial: la remodelación de la zona de los vestuarios, la instalación de una zona VIP a ras de césped y la mejora en la sala de prensa, entre otras. La reforma no será completa hasta mediados de noviembre, por lo que los próximos ocho meses seguirán siendo intensos en cuanto a la rehabilitación del coliseo de Amara.
El club confía plenamente en tener habilitado el fondo norte para el mes de agosto. La construcción de este último tramo del graderío suma un retraso de dos meses, pero la previsión es que sea levantado durante los próximos meses para poder estar acondicionado y acoger la grada familiar cuando empiece la competición en la segunda quincena de agosto. Para el inicio de la próxima temporada, Anoeta, salvo nuevos imprevistos, tendrá una capacidad para 39.000 espectadores y cada uno de los socios podrá ocupar su asiento definitivo.
Uno de los motivos por los que el ritmo de aceleración de la obra ha descendido notablemente es que los obreros apenas pueden intervenir durante los fines de semana en los que hay partido. La seguridad de los encargados de acondicionar el estadio para la disputa del encuentro hace que se paralicen los trabajos que están en marcha.
La posibilidad de jugar fuera
El problema llegaría en el caso de que la Real tuviera que jugar alguna eliminatoria europea previa antes de finales de agosto. Sucederá en el caso de que sea séptima, posición que ocupa ahora mismo, y el ganador de la Copa se clasifique entre los seis primeros en la Liga. Entonces, la Real quizá tendría que solicitar jugar esos partidos en otro campo cercano, como apuntó NG