Dos misiles al corazón de Simeone

➔ La Real destrozó al equipo de moda con una jugada colectiva de mucha altura y la gran ejecución de una falta

➔ Fue una tarde de estrenos, la del remodelado campo, el nuevo patrocinador ‘Goodball.com’, la simpática mascota Txurdin, pero sobre todo fue el día en que la Real derrotó y derrocó al equipo de moda, el Atlético de Madrid. Es difícil saber qué parte de las células grises de los colchoneros estaban ya direccionadas hacia el partido del miércoles ante la Juventus, cuánto pesó la ausencia de Morata o si el parón tuvo una influencia perniciosa en los madrileños, pero sí hay una certeza: la Real ganó con absoluta justicia con dos misiles en la línea de flotación de Simeone.

El Atlético pasaba por ser el equipo de moda. Llegaba con pleno de puntos a Anoeta, nueve de nueve, y tras una pretemporada deslumbrante en la que goleó al Madrid en New Jersey. Con una estrella en ciernes que amenazaba con empezar a comer en la mesa de Messi y compañía como Joao Félix. Pero se topó con una Real henchida de fútbol y espíritu.

Los dos goles que decantaron el partido fueron muy distintos, pero igual de efectivos. El primero fue producto de una brillante jugada global. Oyarzabal recibió de espaldas cerca de la banda izquierda y tuvo la virtud de esconder el cuero rodeado de rivales antes de liberarlo filtrando un pase al espacio a Merino. El navarro avanzó hasta que descubrió una línea de pase raso a Odegaard en la frontal. El noruego amortiguó el cuero y fusiló tras orientarse a su zurda. Savid cambio totalmente la dirección del esférico con su pierna.

Odegaard, máximo anotador

El segundo llegó tres minutos después de una falta astutamente provocada por Portu cerca de la línea de cal. Funcionó el laboratorio de los técnicos. Odegaard sacó muy largo hacia Isak, que devolvió el cuero a la zona caliente. Oblak, en su intento de rechazar, la dejó muerta para el remate a bocajarro de Monreal.

Odegaard, con dos goles, pasa a ser el ‘Pichichi’ realista ●