El secreto de Scola está en un garaje
➔ Pasó 14 semanas preparándose en su finca con un método innovador que incluye entrenamientos en ayunas
➔ Ver a Luis Scola con el nivel de determinación y confianza que está mostrando en este Mundial de China resulta impactante dada la edad del crack de la selección argentina, 39 años, y un currículum que poco margen deja a la motivación. Sus números son bastante mejores que los que registró en el Mundial de 2006, algo insólito a la vista de la intensidad de este campeonato, con partidos cada dos días y desafíos cada vez de más envergadura.
Parte del secreto de su éxito radica en una preparación específica y personal planificada por él mismo con ayuda de profesionales y que esta semana descubrió para Infobae el periodista Julián Mozo, uno de los más profundos conocedores de las entrañas de la selección argentina.
“Hizo el entrenamiento de Rocky para este Mundial”, relataba el padre de Luis, Mario Scola, al periodista argentino. Mario fue también jugador profesional hasta 1988 y ha sido una de las influencias principales de Luis, del que destaca su carácter testarudo y profesional.
Fue precisamente por ello que se propuso diseñar un plan personal de puesta a punto con vistas a este momento. Contrató a un preparador físico al que conocía de la selección, Marcelo López, con el que trabaja durante la temporada en China, y a Manuel Sánchez, un entrenador específico de basket. A su padre le dijo que dejara todo preparado para marzo en un pequeño garaje en su finca de Castelli, a 180 kilómetros de Buenos Aires, donde apenas cabe media cancha. Iban a ser 14 semanas de encierro monacal, con régimen estricto de puesta a punto física y técnica quizá sin precedentes.
Sánchez apareció con una carpeta en la que tenía una serie de bases de trabajo, que fue modificando juntamente con Luis. “Ganó mucho: en agilidad, habilidad, velocidad y bajó el centro de gravedad. Y lo más importante es que no duda, tiene otra confianza. Hoy toma la pelota en la línea de tres y es para atacar”, dice Sánchez sobre la mejora.
El trabajo técnico se complementa con el físico, saliendo a correr a las siete de la mañana incluso en días muy fríos, y luego el trabajo en pista completaba mañanas muy intensas. Curiosamente, todo ello lo hacía Luis sin desayunar, tal como predica el método Busquets que impulsó el fisioterapeuta del combinado nacional Paulo Maccari, primo hermano de Manu Ginóbili.
Este sistema también se implantó en la selección y consiste en seguir unas directrices de nutrición, entrenamiento y técnicas posturales. Por principio desaconseja el consumo de lácteos, cereales, azúcares, legumbres, pastas y prácticamente nada de carnes rojas. La nutrición se basa en mucho pescado,
Contrató a dos preparadores y llegó en un estado físico y técnico envidiable
La nutrición y las pautas de actividad y descanso le dieron el tono adecuado
verduras, huevos (preferentemente de granja) y grasas buenas.
Se entrena una vez al día de forma intensa. A esa sesión le siguen ocho horas en las que se permite comer y luego 16 horas en ayunas y sin ingesta de sólidos. Los intestinos limpios dicen que mantienen alerta el sistema inmune y eso ayuda a prevenir lesiones.
Scola siguió todo este plan mucho antes de la concentración de la selección para los Juegos Panamericanos primero y el Mundial después. Es decir que lleva casi seis meses planificando este momento.
Si alguien ha preparado bien esta final contra España es él ●