Los ricos también lloran

Un periodista inglés ha sido capaz de descolocar a Cristiano Ronaldo en una entrevista

Un día, afirmó que le tenían envidia porque era “más rico, más guapo y más buen jugador”. Pero los ricos también lloran. Los de la cadena inglesa lo han demostrado delante de las cámaras. Durante una entrevista, quisieron darle una sorpresa al jugador portugués. El periodista le comenta a Cristiano si le entristece que su padre no haya podido ver sus logros como futbolista y, a continuación, le muestra un vídeo. Se trata de unas imágenes de archivo de una entrevista

Cristiano Ronaldo ITV Piers Morgan

de alguna televisión portuguesa al padre de Cristiano. Era en 2004, un año antes de fallecer. El hombre afirma ser consciente del talento de su hijo, sentirse muy orgulloso de él y destaca la labor de la madre como la persona que se encarga de cuidar a toda la familia. El impacto para resulta inmediato. Se aprecia incluso en la manera como se acerca a la pantalla para ver mejor la secuencia y la reacción instantánea que tiene en su mirada. Los ojos se llenan de lágrimas y, una vez lo ha visto, le cuesta recuperar el aliento para hablar. Cristiano es honesto a la hora de definir la relación con su padre: “Era alcohólico y no tuvimos una conversación normal”. Y resulta incluso conmovedor la manera como pide tener ese vídeo porque nunca lo había visto y le gustaría compartirlo con su familia.Lógicamente, las lágrimas de Cristiano se han convertido en virales.

Cristiano

Lo que ha trascendido de la entrevista y han reproducido la gran mayoría de programas deportivos del mundo es el momento del llanto del jugador. Cuanta más relevancia pública y autoridad tiene el protagonista, más impactan sus lágrimas y el hecho que se derrumbe. Es, seguramente, uno de los ejemplos más claros que evidencian como el periodismo deportivo ha derivado hacia la emocionalidad. Las preguntas ya no buscan tanto interrogar sino conmover. Los futbolistas se han convertido en seres tan inaccesibles que el periodista aspira a convertir su entrevista en algo inolvidable para el protagonista. Ya no valen las respuestas, sino que es imprescindible una imagen. Que el futbolista pierda su posición de dominio para que pase a ser el periodista quien ha sido capaz, por un instante, de tener el control de la situación y hacer flaquear a la estrella ●