Algo parecido al fútbol
➔ La primera vez que la Real ganó en Eibar en Primera se recordará por que se jugó sin gente en la grada
➔ Fue algo parecido a fútbol, pero no fue fútbol. Hubo goles y penaltis, multitud de penaltis por esta plaga de manos que amenaza con desvirtuar este juego casi tanto, o más, que el propio coronavirus. Pero no fue fútbol. Era una tarde para disfrutar de un nuevo duelo entre los dos equipos guipuzcoanos de Primera División y no hubo demasiado que celebrar. Primero porque dio pena tener que jugar en un escenario fantasmagórico. Y segundo por el preocupante nivel que dio el Eibar. A la Real le bastó extremar su ‘versión Miranda’, ser prácticos en toda su extensión, para llevarse los puntos de Ipurua con aparente sencillez. Sin que tuviera que sufrir el arreón de la grada. Sin sentir la mínima incomodidad del que juega como visitante. No fue fútbol, fue algo parecido al fútbol.
Resultó entre surrealista y del todo punto antiestético que en medio de todo el vacío sobresalieran las autoridades. Solos ante el peligro cuando habrían estado mucho más a gusto en el sofá de su casa que en un palco con menos sentido que nunca. Sin gente a la que representar, con los equipos como únicos exponentes del sentimiento que Eibar y Real son capaces de aglutinar en nuestra provincia. Imposible no sentirse como un elemento extraño cuando en la torre de enfrente de Ipurua había mucha más gente que en las vacías gradas del estadio. Es la imagen que se recordará de la primera vez que la Real ganó en Eibar en Primera División. Lo había logrado hace 13 años en su primera campaña en Segunda, nunca en la máxima categoría. Su triunfo no pasará a la historia.
El envoltorio influye
No hubo confraternización entre aficiones, ni besos, claro, entre parejas de ambos equipos. No hubo poteo previo ni los encargados de seguridad tuvieron que cachear a los aficionados. No hubo casi fotógrafos ni hubo bocata. Se empeñarán en decir que fue fútbol pero sólo fue algo parecido.
Si el envoltorio influyó a los protagonistas para que firmaran un espectáculo tan pobre sólo ellos lo